LA ALIANZA MAS RADICAL

Elisa Carrió y Ricardo López Murphy marchan a formalizar una alianza que ha despertado no pocas críticas en el ARI y el PRO, que por estas horas juegan el papel de espectadores.La pregunta más reiterada en torno de este acuerdo es: ¿Qué tienen en común Carrió y López Murphy? Ambos comparten una profunda raíz radical, que aunque hayan renunciado a la UCR, puede apreciarse en su manera de entender la política. Seguramente como consecuencia de esto, guardan un gran respeto por las instituciones, cuya jerarquización consideran central para la implementación de cualquier proyecto político, independientemente de la ideología de que se trate. Los dos están considerados como los dirigentes más honestos del país, que a diferencia de muchos de sus adversarios, han visto menguar sus patrimonios por participar en política.
Ahora, es importante formularse otra pregunta: ¿Estas coincidencias son suficientes para amalgamar un proyecto político en común? La respuesta es no, porque aunque ambos tengan los mismos cimientos éticos, el ejercicio del poder además supone tener una visión de país común. Es difícil imaginar que Elisa Carrió hubiera coincidido con el programa que en el 2001 presentó López Murphy en su fugaz paso por el ministerio de economía; sin que este planteo implique hacer un juicio de valor acerca de ese plan de ajuste.
Las negociaciones entre Carrió y López Murphy están generando numerosas críticas y reparos tanto en el ARI como en el PRO. Es cierto que “Lilita” renunció al partido que fundó, pero como toda agrupación pequeña siempre está condicionada, en este caso desde el exterior, por sus fundadores; porque sus dirigentes no tienen entidad propia porque la política argentina se ha tornado personalista. Así, podría darse la posibilidad que el ARI se desvincule de Elisa Carrió pero ahora desde el punto de vista ideológico, que en definitiva es lo que han venido vaticinando dirigentes aristas como Carlos Raimundi, Eduardo Macaluse y Elsa Quiroz.

Por el lado del PRO, Gabriela Michetti declaró en Contrapunto que si esta alianza se cristaliza “deberemos volver a hablar con Ricardo”. Así, queda abierta la posibilidad que el tibio apoyo que Mauricio Macri le dispensó a la candidatura de Ricardo López Murphy termine por extinguirse. No sería fácil para el Jefe de Gobierno electo justificar la continuidad de su alianza con López Murphy, cuando éste termina cerrando un acuerdo con Carrió que en las elecciones de la Ciudad apoyó a Jorge Telerman; uno de los rivales de Mauricio. En esa misma línea, la situación también aparece como contradictoria para el “Bulldog” por las mismas razones. Tal vez estas argumentaciones puedan sonar como detalles poco importantes, si se tiene en cuenta la poca coherencia de la mayoría de los políticos, empezando por aquellos que integran las filas del kirchnerismo. Pero en el caso de dos dirigentes como Carrió y López Murphy, que han hecho un culto de su coherencia política estas actitudes son difíciles de explicar. Una de las paradojas de esta historia es que López Murphy bajaría su candidatura a Presidente y accedería a competir por una banca en el Senado. Algo bastante similar al esquema que se le proponía desde el PRO allá por el mes de febrero, oferta a la que se negó una y otra vez.

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