El conflicto del campo tiende a agravarse luego de la declaración de guerra impartida por Pablo Moyano, secretario general del gremio de camioneros, que anunció la decisión de liberar las rutas. Los ruralistas no dudaron en responder que iban a resistir cualquier agresión por parte de los camioneros oficiales.
Nunca habrá una confirmación, pero en política –como dice el dicho- no sólo hay que ser sino también que parecer; y la decisión de Moyano junior “parece” contar con el guiño del gobierno convirtiéndoles, así, en una especie de fuerza de choque. Si las amenazas de Moyano se cumplen todo indica que habrá escenas de violencias: Los camioneros son tipos duros y los ruralistas también. De hecho, fueron los únicos que se plantaron al omnipresente Guillermo Moreno, a quienes no pudo asustar con el tamaño de su virilidad. Una anécdota ilustra esta afirmación, cuando un dirigente del campo le dijo al Secretario de Comercio: “Los huevos no los dejé en
Cristina Kirchner descansa en El Calafate y hasta ahora no se conoce su opinión acerca del conflicto, que bien podía calificar para integrar el ya fenecido “pacto social” tan meneado durante su campaña.
El principal problema del gobierno con el campo es que no midió correctamente a su oponente, algo infrecuente en el kirchnerismo. La gente de campo es muy distinta a los industriales, son tipos acostumbrados a luchar contra la naturaleza y a perder porque contra semejante oponente, en el mejor de los casos, sólo se puede empatar. Por eso una bravata de Guillermo Moreno o una argumentación brillantemente dialéctica de Alberto Fernández no los inmuta.
El gobierno, a través de sus voceros, trató de explicar el conflicto del campo como una lucha de clases en la que la voracidad de de los poderosos (entidades ruralistas en especial
A pesar de que el “lock out” rural lleva diez días, sus efectos reales todavía no se sienten pero llegarán a las góndolas de los supermercados en los próximos días. En el faltante de carnes, lácteos, farináceos, aceite y otros productos esenciales terminará de dirimirse la pulseada más dura que enfrenta el gobierno. De esta manera, el paro –o sus efectos- corre contra el reloj para el gobierno y los ruralistas. Los últimos saben que la única posibilidad que tienen para que el gobierno revea la implementación del sistema de retenciones móviles, es que el mal humor de la gente responsabilice a la administración por el posible desabastecimiento. Así, confían las entidades agrarias, el gobierno no tendrá más remedio que dar marcha atrás. Por su parte, el gobierno también tiene algunas expectativas en los reales efectos del paro y estudian cerrar las exportaciones de cualquier producto del campo que afecte la canasta familiar. Obviamente, de prolongarse la medida, los voceros del gobierno no dudarán en embestir mediáticamernte contra la dirigencia agraria. Es una carrera contra el tiempo. Por eso, el verdadero conflicto no empezó y esto es apenas el pre calentamiento. La madre de todas las batallas estallará cuando en las ciudades importantes empiecen los primeros síntomas de desabastecimiento. Tal vez, por esto no sea casual la embestida del gremio de camioneros a cargo de Pablo Moyano, amenazando con perforar los cortes. Al parecer, la estrategia kirchnerista de negociar una vez que se ha vencido al oponente, en este caso no está dando los resultados del pasado.
Es evidente que el gobierno no calculó que el conflicto se extendería por tantos días, ya que desde la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia siempre se consiguió alinear a los rebeldes a golpes de atril y amenazas de Moreno. Pero una protesta que lleva tantos días y que, a pesar de los cortes, es tolerada por la sociedad no estaba en los cálculos de nadie. Incluso, la medida está cosechando apoyo de intendentes de distintas localidades de
Todo indica que el conflicto todavía no alcanzó su pico, como tampoco puede saberse quién vencerá y quién será vencido; pero seguramente los próximos días no serán nada sencillos para el gobierno.
4 comentarios:
Excelente enfoqueperiodistico de Pitton, realmente deberíamos prestar mucha antencion, y saber leer entrelineas, reitero, excelente.
Marta
Martín, excelente como siempre tu comentario editorial.
La Sra. Presidenta, demuestra una absoluta falta de responsabilidad al encontrarse a más de 2.000 km de la ciudad de Buenos Aires en esta situación tan delicada que afronta el país.
Un abrazo!
C. W. Karl
Hola que tal?
Te estuve escuchando con mi familia mientras volvia a casa. La verdad no soy de escuchar radios AM pero me encanto tu programa y lo pienso seguir.
Besos
Lucia Adelardi
entonces: ¿de donde saca el productor el dinero para pagar $12000 mensuales de arriendo al propietario de 100ha en Pergamino?
saludos
Belana Torres
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