2008

El viernes retomo la conducción de Contrapunto, luego de unas buenas vacaciones. Es raro volver al trabajo un viernes pero así son las cosas, aunque en la Argentina no dejan de ser normales. Ante todo, gracias a mi querido amigo Alejandro Almendroz, “el negro”, por haberme reemplazado con la eficacia y el rigor que lo caracterizan. Para aquellos que no lo saben, el Negro estará conduciendo un programa de 18 a 20 horas, es decir que dentro de pocos días vamos a ser vecinos. Me pone contento y es un premio a su esfuerzo, y modestamente aunque con algo de amor propio, estoy convencido que su programa y Contrapunto serán una sólida franja de información. ¡La vamos a romper!

Las vacaciones para un periodista no implican dejar de leer, informarse, analizar; uno baja el ritmo pero siempre está conectado. Siempre sabemos qué está pasando, el desenchufe nunca es total. Sin embargo, uno puede despegarse del micro clima de la información y analizar la realidad sin la presión de salir al aire o tener que escribir. Este ejercicio me llevó a sacar una conclusión alarmante: en la Argentina no se discute nada. Me refiero a que no hay discusiones de fondo. Es cierto que existen las disputas, el cotilleo pseudo intelectual, las consabidas pujas por el poder; pero no hay contenido, densidad en el intercambio sencillamente porque no hay gente pensando. Perdón, me corrijo: no hay políticos pensando. Y porque para pensar hay que estar preparados, y aunque suene a silogismo universitario, los políticos argentinos no están preparados. Ergo no pueden pensar.

Anoche, a la madrugada, leía la crónica de las primarias norteamericanas en Florida en la edición on line del Washington Post. Hillary se impuso por el lado de los demócratas, sí la que fue primera dama, la mujer de Clinton (que fue Presidente de los Estados Unidos ocho años), la que se recibió de abogada en la Universidad de Yale. Sí, esa a la que se quiere parecer nuestra Presidenta. Lo que voy a decir es obvio y muy sabido, pero Hillary todavía no es candidata, por ahora es pre candidata. Las primarias en Estados Unidos son internas que se libran en 50 estados, es decir 50 internas: con campañas, discursos, debates, etc. Soportar ese raid implica prepararse, pensar, estudiar, confrontar. Convendrán conmigo que no hace falta hablar de las diferencias con Cristina, más allá que ambas seas mujeres, abogadas y ex primeras damas o primeras ciudadanas, de acuerdo con el gusto del consumidor. Sí ya sé, en la Argentina no hay internas y ni siquiera hay debates presidenciales. Pido disculpas.

Varios días de mis vacaciones transcurrieron en el sur, donde no hay nafta y el gas oil se racionaba en estrictos $ 50por vehículo. En Piedra del Aguila, Neuquén, tuve hacer más de una hora de cola para llenar el tanque y no me puedo quejar porque justo había llegado el camión. Sí, el camión. No el avión de Tatto en la Isla de la Fantasía, aunque el camión era más importante que el avión. Compraba los diarios de Buenos Aires y nadie decía nada; sólo mencionaron el tema cuando de la “escasez” de combustible varios días después. Un país tan grande pero tan chiquito. No puedo imaginarme si lo mismo hubiera pasado en la Costa. El periodismo está en retirada.

En el 2008 me gustaría que Contrapunto fuera reflexivo, agresivo pero que tratemos de entender que el país no termina en San Isidro. A vos que me escuchás todos los días o cuando podés, que te gusta lo que digo y que te enojás conmigo: Yo no estoy en retirada.

Ayer leía una encuesta que decía que Cristina había subido 8 puntos de consideración positiva desde que asumió la presidencia. A esta altura espero que la encuesta sea dibujada, porque si es verdad que los consultados respondieron eso estamos en el horno, dicho esto en términos académicos. No es por hacer una crítica fácil, pero qué hizo Cristina desde el 10 de diciembre para subir 8 puntos. ¿Te acordás del pacto social? ¿Te cambiaron las lamparitas? Este parece ser el gran tema.

Anoche encontré en You Tube una entrevista a Luca Prodan, el líder de Sumo. Un tipo que se murió hace veinte años por sobredosis o de cirrosis. Polémico, revolucionario pero brutalmente honesto. Te dejo una fragmento de esa entrevista porque más allá de todo, Luca hacía y decía las cosas con el corazón y corazón es lo que nos hace falta.

Nos vemos el viernes. No te olvides: Contrapunto de lunes a viernes a las 20 por América.

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