28 de octubre de 2010

UNA ECUACION CON MUCHAS INCOGNITAS

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Néstor Kirchner le dobló la apuesta a su salud y perdió. Su muerte cambia radicalmente el escenario político de la Argentina, no puede haber otra consecuencia porque falleció el hombre más poderoso del país. Desde su muerte a las nueve y cuarto de la mañana las especulaciones políticas rápidamente comenzaron a tejerse de manera cada vez más vertiginosa. Sin embargo, es muy difícil trazar un análisis más o menos preciso por estas horas porque la política argentina abruptamente se convirtió en una ecuación con demasiadas variables que aún es difícil despejar.

Cristina Fernández de Kirchner no es Isabel Perón y cualquier comparación en este sentido carece de un fundamento lógico. Pasado el shock inicial frente a su repentina viudez, la Presidenta deberá mover las piezas para imprimir su sello personal a los trece meses que le quedan a su gobierno. En este sentido a Cristina Fernández se le presentan varios caminos, uno de ellos y el que por estas horas se dice que es el probable que tome al menos públicamente y como primera medida, mantener la lógica amigo enemigo con la que el matrimonio gobierna el país desde el 2003. Modelo de acumulación de poder que el mismo Néstor Kirchner había radicalizado desde la derrota en las elecciones legislativas del año pasado. No cabe duda que la guerra desatada contra el Grupo Clarín es la demostración más tangible de la vigencia de esta estrategia. El otro escenario en el menú es que la Cristina empiece a virar su gobierno hacia una posición más dialoguista y permeable, estrategia que no sería revelada desde lo discursivo pero sí desde los hechos. Esta posibilidad implicaría un reconocimiento tácito que los números en las encuestas no venían dando bien y quienes dicen que implicaría capitalizar electoralmente la muerte del ex presidente, que como siempre sucede un hecho de estas características trae como consecuencia una ola de simpatía de la gente que es una especie de luna de miel.

No es una novedad que Néstor Kirchner y la Presidenta concebían el poder como un bien ganancial que se distribuían entre ambos, y que en ese reparto Kirchner ostentaba la mayoría accionaria basada principalmente en el manejo de la economía, el armado político y las relaciones exteriores. Ahora, la desaparición de Néstor Kirchner obligará a la Presidenta a amalgamar el poder formal que ella ostenta desde diciembre de 2007, sumando su cuota de poder real con la porción más importante de ese poder real que estaba en manos de su marido. La tarea no será sencilla, pero Cristina deberá demostrar que ella está preparada para gobernar sin el sostén de Kirchner. Por supuesto no son pocos los que por estas horas, leyendo este escenario tratarán de jugar sus fichas para lo más cerca posible de la Presidenta. Obviamente, este somero y preliminar análisis lleva indefectiblemente a ensayar lo que podría ser un natural cambio en el gabinete. No es una idea antojadiza ya que muchos ministros están muy desgastados pero son hombres puestos allí por Néstor Kirchner, que lo reconocían como su verdadero jefe político; reconocimiento que no le dispensaban en el mismo grado a la Presidenta. No sería serio especular con nombres por estas horas y mucho menos con sus posibles reemplazantes. Ahora bien, pero una de las tantas preguntas que se hacen no pocos analistas políticos es quién es la gente de la Presidenta. ¿Cuál es su equipo? Es un interrogante que flota en el aire cada vez con mayor densidad. Esta es una más de las incógnitas de esta gran ecuación en que se ha convertido la política argentina desde que Néstor Kirchner falleció en El Calafate.

La muerte de Néstor Kirchner generó sorpresivamente la irrupción del post kirchnerismo de la manera menos pensada. Comienza un nuevo periodo que ya tuvo dos hechos con un alto significado político. El primero fue generado por Hugo Moyano, uno de los dirigentes que ha agigantado su poder en las últimas horas y que sin lugar a dudas constituye una de las piezas fundamentales de este nuevo rompecabezas. Moyano hizo una convocatoria de urgencia a la CGT para invitar a los trabajadores a despedir los restos de Kirchner, no hablaba con el tono enardecido acostumbrado por los sindicalistas; vestía el traje de político, estaba arropado con el cargo de presidente del justicialismo bonaerense. Es jun dato no menor y que lo hará valer a la hora de la distribución de las cuotas de poder. El otro hecho político no menos interesante es la decisión de la Presidenta que Néstor Kirchner sea velado en la Casa Rosada y no en el Congreso donde es costumbre que se realicen las exequias de los presidentes. Así, Kirchner que vivió y murió en función del poder se despide en la cuna de los poderosos y no del lugar que hoy simboliza en la lógica del kirchnerismo la guarida de los enemigos y los traidores.

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2 comentarios:

Kirchner murio en su ley pero su ley estuvo siempre fuera de la ley de los códigos y la Constitución,a la que jamás respetó.Haber llegado a donde llegó,tras una elección(que perdió),demuestra el nivel de atraso cultural y decadencia de la sociedad argentina,propensa al pelotudismo político y a la más frívola chabacanería.Lamentable desperdicio de una tierra privilegiada !! Tendremos cura ???
Roberto
PD: ahora vendran caras extrañas !!

Más vale que el PJ lo saque a Moyano del medio porque se viene una lucha interna en la CGT que va a dejar víctimas,para correrlo es menester bajarlo de su imagen de "politico". Kirchner creó ese monstruo y dejó un campo minado.
habrá más muertes ??. Todo parece un deja vu,sólo que Cris es un poco más que una Isabelita ilustrada,además me da la sensación de que es algo perversa la señora,...ojalá me equivoque,aunque vienbdo el rejunte de corruptos que la rodea,guardo pocas esperanzas..

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