La ex Secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, se mostró muy crítica del acuerdo que la semana firmaron los presidente de la Argentina y el Uruguay: “No se puede pretender que una carilla de cuatro artículos sea un plan de monitoreo serio”. A diferencia del gobierno al que perteneció que mostró la firma del documento como el fin del conflicto entre ambos países por la instalación de Botnia, señaló que: “No es un plan de monitoreo que es algo mas complejo y detallado con una serie de indicadores como alerta temprana y parámetros establecidos. lo que dice el acuerdo es lo que ha estado sucediendo, que es que la DINAMA controle a Botnia de acuerdo con su propia ley”, declaró en Contrapunto por FM Identidad 92.1 y añadió que “le agrega doce visitas al año por parte de un técnico argentino a las instalaciones pero que no puede tomar muestras, va como un observador”.
La semana pasada, el gobierno presentó el acuerdo alcanzado por Cristina Fernández de Kirchner y José Mujica como el fin del conflicto con Uruguay por la instalación de la pastera. "Es un acuerdo ejemplar en el marco del tratado y de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU)", señaló la Presidenta.
En sintonía con sus palabras, el canciller Héctor Timerman declaró que “el Acuerdo con Uruguay es la gran herramienta para la protección del medioambiente en el Río Uruguay. La ciencia argentina cumplirá su tarea”, publicó a través de la red Twitter. Sin embargo, la ex funcionaria kirchnerista le bajó el tono en lo que hace a su faz técnica: “El acuerdo dice que ambos gobiernos van a nombrar científicos en la CARU que ya cuenta con científicos que estaban haciendo estudios y que se le abren las puertas de Botnia pero no para tomar las muestras, que las va a seguir tomando el gobierno uruguayo de acuerdo con sus parámetros que no son los adecuados para medir a una papelera de las características de Botnia. Eso no era lo que pedían los asambleístas”. De acuerdo con las palabras de Picolotti, la Argentina no estaría haciendo un monitoreo con el Uruguay sino que sólo cumplirá un papel de observadora y ni siquiera sobre las bases de reglas establecidas por consenso sino de acuerdo a las del Uruguay. Así, parece que el gobierno, como hace en muchos otros temas, le subió el precio a un acuerdo que al parecer no pone fin al conflicto y pone a la Argentina en un lugar desventajoso con respecto al país hermano. “No hay ningún cambio con respecto a un plan de monitoreo permanente”, declaró Picolotti reafirmando sus críticas. Sin embargo, enfatizó que “es un primer paso en que los dos presidentes han mostrado, pero en ningún caso se lo puede llamar a esto un plan de monitoreo”.
Romina Picolotti en Contrapunto (FM Identidad 92.1)
En su guerra permanente con el Grupo Clarín, el Canciller había señalado a través de Twitter que “Clarín boicotea el acuerdo de Botnia porque es bueno para el país. El acuerdo permite el ingreso de científicos argentinos a Botnia 12 veces al año”. En este contexto las declaraciones de una ex funcionaria kirchnerista resultan reveladoras, porque no se trata de alguien enrolado en la oposición o que defienda intereses empresarios contrapuestos con las políticas desplegadas por el gobierno. Romina Picolotti se hizo cargo de la Secretaría de Medio Ambiente cuando el gobierno estaba en plena batalla con el gobierno de Tabaré Vázquez y las relaciones con Uruguay estaban muy frías. Eran tiempos en que el kirchnerismo consideraba la decisión de los asambleístas de cortar la ruta como parte de la estrategia argentina para resolver el conflicto y Néstor Kirchner decía que la lucha contra la instalación de Botnia era “una causa nacional”. En ese marco, Picolotti se convirtió en funcionaria de la mano del ex jefe de gabinete Alberto Fernández y hoy considera que “es un misterio de por qué me convocó el gobierno”. Dejó el cargo el 2 de diciembre de 2008 porque no estuvo de acuerdo con el veto presidencial a la Ley de Protección de Glaciares que el Congreso votó por unanimidad y una fuerte denuncia de Clarín por el nombramiento de varios familiares en el organismo; entre ellos su hermano que ocupó la jefatura de su gabinete.
“El mismo día en que se anunció el acuerdo de los Presidentes les llega a los asambleístas una citación de un juez federal que han sido querellados por el gobierno para designen abogados, yo no creo en esas coincidencias”, explica Picolotti cuando se la consulta sobre si para ella el gobierno ha cambiado de actitud con los asambleístas y agrega: “En un primer momento hay un apoyo contundente al reclamo y se los termina querellando por una serie de delitos. El ex presidente hizo un acto en el corsódromo y resulta que dos años después el mismo gobierno los querella y los trata de delincuentes. El cambio lo adjudico a como miden las encuestas porque a la gente no les gusta que le corten las rutas, la mayoría está de acuerdo con la causa pero no con la metodología”.
Los asambleístas no están conforme con un acuerdo que parece que no es lo que parece, por estas horas deliberan volver a la ruta mientras esperan respuestas en el encuentro que mantendrán con Héctor Timerman.
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