13 de julio de 2009

EL PROBLEMA NO ES UN SOLDADO SINO EL GENERAL

guillermo moreno El secretario de comercio interior Guillermo Moreno se ha convertido en un emblema que representa la decadencia del kirchnerismo. A lo largo de los últimos días, las conjeturas sobre su continuidad en el gobierno han crecido de manera exponencial, confiriéndole al “Napia” una importancia que no tiene. En este sentido, las palabras del flamante Jefe de Gabinete han sido más que acertadas: “Hace lo que se instruye”, sentenció Aníbal Fernández. No hay dudas que en pocas palabras el ministro ha ensayado un análisis muy acertado. El problema no es Moreno. La salida no resuelve nada, porque es un jugador muy menor en el tablero de la política argentina. No es un más que un funcionario bizarro como en su momento fueron tantos otros de otras administraciones. Parece que cada una tiene que tener el suyo.

Hacer un análisis sobre la continuidad del gobierno, poniendo la variable Moreno en un lugar de preeminencia es equivocar el diagnóstico. la cuestión es mucho más profunda y la crisis en que está inmerso este gobierno también. El problema no es el soldado sino el general que le da las órdenes. ¿Qué caso tiene desplazar a Moreno si su reemplazante va a seguir recibiendo las mismas órdenes? Tampoco tendría sentido si el matrimonio presidencial decide deshacerse de él, y pone en su lugar alguien con modales más refinados pero siguiendo las mismas políticas.

El problema de fondo es Néstor Kirchner que le da las órdenes a Moreno y la Presidenta que hasta ahora estuvo de acuerdo en transitar el camino del apriete, las amenazas y la distorsión de las estadísticas del INDEC. Por eso, el matrimonio presidencial tiene que convencerse que la metodología utilizada hasta ahora está agotada, y la prueba más contundente en este sentido fue el resultado del 28. La salida de Moreno no puede deberse a un cambio cosmético para ganar tiempo u ocupar los titulares de los diarios, tal como han sido la mayoría –sino todos- de los anuncios dirigidos al campo. Al matrimonio presidencial ya no le queda tiempo para continuar con la estrategia del anuncio como un fin en sí mismo. No tienen margen para que a Néstor se le ocurra un a salida “creativa” para desestabilizar a sus oponentes, como fueron las candidaturas testimoniales y el adelantamiento de la fecha de las elecciones. Lo que se agotó es una forma de gobernar.

Hugo Moyano defiende el trabajo de Moreno al frente del INDEC, destacando su trabajo en la “contención” de la inflación. Sin embargo, más allá de esta defensa Moyano se encamina a una negociación de salarios para los camioneros por el 17 por ciento aproximadamente; cifra que está bastante lejana a la inflación que admite el organismo. Sería muy difícil que Moyano no recibiera fuertes cuestionamiento de los trabajadores si sólo se limitara a pedir una actualización de salarios en base a las cifras del INDEC.

Por otra parte, la actuación de Guillermo Moreno como freno a la inflación funcionó en los primeros tiempos. En el 2006 y el 2007 la Argentina era muy distinta a la actual, y los originales métodos del Napia para alcanzar acuerdos con los formadores de precios dieron algunos resultados. Sin embargo, hoy son pocos los que le temen y el nivel de inflación real demuestra que su rol ya no da resultados. Néstor y Cristina creen que todavía es vital tenerlo a su lado y frente a la polémica que se ha generado en torno a su permanencia en el gobierno no parece que el matrimonio vaya a sacarlo porque la conveniencia de su renuncia aparece “en letras de molde”, como le gusta decir a la Presidenta. De hecho, los Kirchner nunca sacaron a ningún funcionario porque lo pidan los medios, la oposición o cualquiera. Hoy el matrimonio presidencial considera que la salida de Moreno sería entregarlo y revelaría una debilidad que no están dispuestos a admitir. De hecho, Moreno consolidó su poder en el INDEC en las últimas horas gracias al nombramiento de Norberto Itzcovich, que recientemente había dicho “hay Moreno para rato”. En ATE sostienen que es parte de la intervención y fue nombrado como Director Nacional de Estadísticas y Precios de la Producción y el Comercio, a través de un decreto firmado por Cristina Kirchner.

Finalmente, el gobierno dio el primer paso y el ministro Florencio Randazzo convocó a los partidos políticos para comenzar la discusión de la reforma política. Es un buen inicio, aunque si bien este capítulo es importante no es el más urgente. Faltan dos años para las próximas elecciones y la sociedad siente que ésta es una cuestión más importante para los políticos que para mejorarle la vida a la gente. El 2011 está muy lejos y la inflación, el conflicto abierto con el campo, la destrucción de puestos de trabajo y los constantes dibujos del INDEC golpean a la sociedad hoy.

El gobierno debe dar otro paso rápidamente y plantear una agenda que contenga los temas por los que la sociedad está verdaderamente preocupada. No es posible pasar los próximos meses discutiendo una reforma política lejana, que frente a los temas tan preocupantes que hoy asolan a la Argentina, parece más un tema importante para que la corporación resuelvan –o en muchos casos depuren- sus disputas de poder.

Si bien siempre es positivo el diálogo, especialmente con este gobierno que nunca ha sido muy proclive a esta práctica, es justo decirlo que empezar los contactos por el tema de la reforma política se asemeja más a una estrategia para que la oposición se entretenga un rato. El matrimonio debe comprender que factor tiempo se ha convertido en una de las variables más importantes para llegar al 2011 sin demasiados sobresaltos. Tarde o temprano las retenciones deberán bajar, se reformará la composición del Consejo de la Magistratura, se acotarán los super poderes y se rectificará el INDEC. Los Kirchner deberán elegir si son parte de ese proceso o si el proceso los deja a un lado.

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4 comentarios:

Hola Martín.

Dices:

Tarde o temprano las retenciones deberán bajar, se reformará la composición del Consejo de la Magistratura, se acotarán los super poderes y se rectificará el INDEC. Los Kirchner deberán elegir si son parte de ese proceso o si el proceso los deja a un lado.

Muy lúcido pensamiento.
Estos hechos que pronosticas ocurrirán. Solo resta ver que personajes los promueven y cuales los entorpecen. La hisoria continuará con los primeros y se deshará de los segundos.

Saludos.

Martín...
Tu enfoque sobre la cuestión de los soldaditos, los capitanes, y quien da las ordenes, es muy acertado.
Por eso no comprendo el énfasis de la oposición en pedir la cabeza de Moreno, porque el matrimonio no lo va a conceder, y además, como tu dices, de nada serviría.
A estas alturas, la permanencia del "patota" es para ellos un símbolo de su poder, mejor dicho, de su obstinación, y tanta insistencia sobre ese tema resulta casi un capricho y una ingenuidad, dada su ineficacia.
Asimismo lamento decir que la última oración de tu nota, también me parece una ingenuidad, pero como no creo que seas ingenuo, supongo que es una expresión de deseos, que ni vos mismo te crees.
Todo indica que los pinguinos no cederán ante nada, y que caerán con las botas puestas, y no quiero por favor que esto se interprete como un elogio hacia esas personas que me resultan detestables.
Veo con preocupación que la oposición no "le tome la palabra" al gobierno sobre la propuesta de una reforma política. Ya sabemos con que bueyes aramos, pero aceptar ese convite no tiene porque eludir la discusión de otros temas en forma simultánea, y plantear una reforma política en serio, sería una forma mas de dejar al descubierto su falsedad.
Como lo he dicho tantas veces, mi opinión es que una reforma política en serio, apuntando a tener unas instituciones mas serias, es el único camino hacia una mejor democracia y como consecuencia, hacia un país mejor.
Soslayar este tema tan importante para ocuparse de temas "mas urgentes", reitera una vez mas, la perversa situación de que en nuestro país, los temas urgentes desplazan a los importantes, dentro de una dinámica donde lo urgente tampoco se solucionará, porque hay una falla básica, cuál es la fragilidad de nuestras instituciones, que permiten cualquier despropósito.
Como la posibilidad de perpetuarse en el poder mediante la rotación Néstor-Cristina, o las candidaturas testimoniales, sin ir mas lejos.
Saludos.

Hola a todos...
Como casi todos los de Martín, este post me parece muy acertado. Como suele decirse, “el problema no es del chancho, sino de quien le da de comer”.
Justamente por eso no comprendo la insistencia de la oposición en “bajar” a Moreno, cuando ese no es meollo de la cuestión. Además, conociendo al matrimonio presidencial, antes se dejarían cortar una mano, que ceder a los reclamos de la oposición, sean justos o no. Es una pérdida de tiempo inútil, un capricho, o una ingenuidad.
Con respecto a la última oración de tu post, personalmente voto por que los Kirchner decidan “no formar parte del proceso y quedar al margen”. No quiero saber nada mas con ellos, ya demostraron lo que son, y no cambiarán jamás. Son como el escorpión del cuento, ese que mató a la rana que lo llevaba sobre el lomo en medio del rio y se condenó a si mismo a morir ahogado, simplemente porque clavar su ponzoñoso aguijón “es su naturaleza”.
En cuanto a la reforma política (más allá de las intenciones presidenciales) creo que es un tema IMPORTANTE, aunque en este preciso momento no sea URGENTE.
Es un tema que puede discutirse SIMULTANEAMENTE con los problemas mas urgentes, pero no debe posponerse, para no repetir la perversa dinámica de que lo urgente siempre “tapa” a lo importante.
Digo esto en el supuesto de que la reforma política sea realmente de fondo, e incluya la eliminación de las listas sábana; internas partidarias obligatorias; elección uninominal de los candidatos; acceso público a la información sobre los antecedentes de los candidatos y sobre su posterior desempeño como funcionarios o legisladores; revocatoria de mandatos; y la frutilla del postre: un sistema parlamentario en lugar de nuestro hiper presidencialismo.
Podríamos agregar muchas mas cosas, pero esto sería un buen comienzo ¿no les parece?
Saludos.

Hola Martín: Bueno, comparto las generalidades de tu comentario, pero disiento en otras consideraciones. En una guerra el General que se encuentra en el Campo de Batalla cumple las órdenes del Comando de Guerra. Es cierto. Pero para Hitler era lo mismo Rommel que cualquier otro???? Evidentemente no. El esquema funciona aceitado, el presidente de facto ordena y el funcionario cumple perfectamente lo que se le pide porque es de la misma naturaleza que su Jefe y lo interpreta como ninguno. Cuando rompés la dupla los problemas comienzan. Si hubiese sido tan sencillo y no traumático para el gobierno hace rato que Guillermito hubiese pasado por el cadalso y hoy otro ocuparía su lugar.Para Dr. K sólo él puede llevar a cabo esa sucia tarea. Acordate, cuando caiga Moreno la estantería del Indec se derrumba.No hay que olvidarse del Jefe, pero hay que sacar a Moreno. En un tiempo la seguimos.
Dany Mazza.

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