2 de julio de 2007

...Y FUE PINGÜINA

Finalmente, se develó el misterio con el que el Presidente Néstor Kirchner había “jugado” desde hace varios meses, Cristina Fernández de Kirchner será la candidata por el oficialismo. Un simple, conciso y breve cable de la agencia de noticias oficial, Telam, oficializó la conversión de la senadora en candidata.
La cuestión era debatida en los pasillos oficiales desde mucho tiempo, ya en septiembre del 2005 una fuente muy cercana al Presidente había asegurado que Kirchner se iba al final de este mandato. Por aquel entonces era difícil de creer que la fuente decía la verdad, pero dos años después es justo decir que ese funcionario estaba en lo cierto.
Por estas horas hay dos grandes que parecen ser importantes: ¿Por qué el Presidente decidió apartarse de la competencia electoral? ¿Cómo será el gobierno de la senadora en el caso de triunfar? Para ambos interrogantes las respuestas son varias y variadas. No son pocos los que sostienen que el Presidente le preocupaba perder poder luego de las legislativas del 2009, cuando ya sería un hecho que debería abandonar el la Casa Rosada. En este marco también barrunta un plan a más largo plazo, y es que el Presidente podría intentar entrar otra vez en la lidia presidencial luego del mandato de su mujer. Sin embargo, en la Argentina trazar escenarios políticos con un plazo de cinco años no sólo no es serio sino que es imposible. Son innumerables las variables que habría que considerar, muchas de ellas ni siquiera pueden ser imaginadas en este momento. No sería aventurado pensar que también hay cierto cansancio en Kirchner, ya que el estilo de su gestión le ha demandado un considerables esfuerzo físico; uno de los argumentos de este funcionario que dos años atrás acertó con su vaticinio. Otros han dicho que también el Presidente ha percibido que su estilo, casi de confrontación permanente, puede cansar al electorado que quiere que después de la guerra llegue la paz. La guerra en términos discursivos por ejemplo contra los noventa que ha planteado Kirchner desde su asunción en el 2003 Sin lugar a dudas, la decisión del Presidente de dejarle el lugar a su mujer no obedece a una única razón sino a varias.
El otro eje de las especulaciones tiene que ver con cómo será un eventual gobierno de CFK. Los empresarios, por caso, están deseosos de conocer si sus interlocutores diarios serán otros. Esta es una situación que los tiene inquietos, además de los efectos de la crisis energética, porque ya estaban acostumbrados el estilo de esta administración. Por supuesto, que en los despachos oficiales ya se tejen los nombres de los funcionarios que serían reemplazados ente una eventual presidencia de la “primera ciudadana”. Hasta el momento esas versiones no tienen demasiada seriedad, y aunque de seguro habrá cambios para darle un perfil propio a esa eventual administración; habrá que esperar un poco más para conocer cómo estará integrado eventualmente ese equipo.
Una funcionaria cercana al matrimonio presidencial aseguró que “el gobierno de Cristina estaría marcado por una jerarquización de las instituciones”. Es obvio que esa sería una hipótesis muy plausible, ahora cabe hacerse el interrogante de por qué como Presidente la actual senadora tomaría ese rumbo cuando en cuatro años no parece haber tenido en cuenta la cuestión. Es difícil imaginarse que un gobierno de CFK vaya a ser muy distinto al de su marido, cuando ella integra el círculo político más íntimo del Presidente y en estos últimos cuatro años su opinión ha sido determinante en un sinnúmero de cuestiones. Al contrario, si bien es lógico que vaya a haber matices de estilo y de políticas, sería más que avezado suponer que con CFK en el poder la Argentina corte relaciones con Venezuela y vuelva a las “relaciones carnales” con los Estados Unidos; sólo por poner un ejemplo más que extremo. En este marco, un eventual gobierno de ella es parte de un mismo proceso político, que seguramente sus cambios estarán influidos por la realidad económica y política pero será una continuidad, al menos en los aspectos centrales, del actual gobierno. Esto no quiere decir que Néstor, que tal vez a partir del próximo 10 de diciembre se convierta en Primer Caballero, vaya a convertirse en una eminencia gris del gobierno de su mujer; pero nadie puede pensar que después de compartir una vida política juntos no vayan a tener una visión similar sobre el país. De todos modos, bien podríamos preguntarnos si la actual senadora hará lo mismo que el flamante premier inglés, Gordon Brown, viejo socio político de Blair, quien al asumir declaró: “Este es un nuevo gobierno”.
Hay otro tema que es importante analizar y tiene que ver con la campaña electoral y la participación que tendrá la candidata. En el 2005, cuando CFK ganó la senaduría por la Provincia de Buenos Aires practicamente no habló durante el enfrentamiento con su principal adversaria, Chiche Duhalde. Fue Néstor Kirchner quien se puso la campaña al hombro, a tal punto, que por momentos el candidato parecía él y no ella. Entonces, la pregunta es si en esta oportunidad sucederá lo mismo y el Presidente será quien asuma el protagonismo de la contienda gracias a us buena imagen. Es difícil imaginar a Cristina trestándose a un debate con el resto de los candidatos, pero cuesta creer que se pueda ganar la presidencia de la Argentina casi en silencio; sólo viajando por el mundo y haciendo apareciendo en algunos actos partidarios.
Lo que sí es seguro, que si Cristina es la próxima presidente, le va a ser difícil quejarse de la herencia recibida; a menos que no le importe tener una discusión familiar.

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9 comentarios:

Muy Buena editorial, ahora yo me pregunto, si no es que la secunda su esposo, ¡¿qué clase de experiencia de gestión gubernamental tiene Cristina?! Su experiencia parlamentaria es innegable..., pero la experiencia gubernamental brilla por su ausencia por lo que entiendo que será un apéndice de este mismo gobierno... QUE DIOS NOS BENDIGA!
En cuanto a echarle la culpa al gobierno saliente... no creo, no es una característica de ellos hacer un mea culpa de sus conductas por acción u omisión. Seguramente la culpa será de Carlos Menem, o peor aún, lleguen hasta Onganía...quién sabe?
Felicitaciones. Marcela

Martín, muy bueno el editorial.
Si durante la campaña la pingüina no habla, quien dirá las mentiras?... seguramente el marido y su séquito, especialmente don Alberto, alias Rasputín.

Saludos!

coincido en lineas generales. Ojala haya debate en la campaña.
En cuanto a la falta de gestion... estoy de acuerdo pero con un limite: las mujeres, a pesar de trabajar fuera de su casa, suelen mantener la administracion de su hogar. Muchas son administradoras por naturaleza y educacion. No asi con muchos hombres. Por cierto... ¿que experiencia de gestion tienen los otros candidatos? porque ser ministro no es lo mismo que tener la responsabilidad de toda una jurisdiccion.
En cuanto a lo que piensan los empresarios, me da miedo. Tal vez ellos preferirian que las personas se eternizaran en el gobierno con tal que no les cambien los "interlocutores".

Martín te dejo mi blog para que lo leas cuando tengas tiempo, y me encantaría que me dejaras una opinion (puede ser critica) para enriquecerme.

Roberto Moras

Martín: Te dejo mi blog para que lo leas cuando tengas tiempo.
Me encantaría si pudieras dejar un comentario (puede ser una critica) para enriquecerme
www.analisisrealidad.blogspot.com

Roberto Moras

muchos de los periodistas se viven quejando de la realidad. siempre quejas, nunca ven nada positivo. parece que así algún día podrán tranquilamente decir a quien aún soporte escucharlos "ven, yo sabía que esto iba a pasar". sería bueno que el periodismo sea equilibrado. la toma de posición no la critico, lo que sí critico es que siempre se vea que todo está mal, que nada de lo que se hace es positivo ni bueno, ni nada.
algún día capaz ud y muchos de sus colegas reflexionen.

me parece que no es comparable la gestión de manejar la administración de una casa, con la de manejar la administración de un país como ministro de economía...En fin, igual entiendo que puedas pensar diferente, y está bueno que, por lo menos por ahora, nos lo dejen expresar.Marcela

LA INCREÍBLE PROFECÍA DE BERGOGLIO

Según han contado a este periódico varias fuentes inobjetables, hace aproximadamente un mes y medio, el ex presidente Eduardo Duhalde se reunió con el cardenal Jorge Bergoglio a efectos de hablar de la coyuntura del país. Inesperadamente, en un momento determinado, el religioso le habló al caudillo bonaerense sobre una "profecía" referida al presidente Néstor Kirchner.
Ante el asombro del visitante, Bergoglio cerró sus ojos, levantó su mano derecha y comenzó a mostrarse "poseído" al tiempo que relató una aparente "videncia" en la cual aparecían "cadáveres colgando de columnas del alumbrado, muertes y disparos de armas de fuego". La aparente profecía se trataba de algo que ocurriría supuestamente en el año 2008 y, según el religioso, era necesario que se hiciera algo para detener la posible reelección de Néstor Kirchner o el ingreso de su mujer a la primera magistratura.
"Ud. doctor tiene la obligación de que esto no ocurra. Le pido que haga algo", le dijo Bergoglio a un sorprendido Duhalde, quien corrió de inmediato a ver a un amigo, ex embajador político del menemismo, para contarle todo lo que le había ocurrido.
Nervioso, mientras tomaba un oportuno cognac doble de un solo trago -raro en él, que sólo toma vino con soda-, Duhalde relató detalladamente a su confidente lo que había sucedido momentos antes. Ambos se miraron sorprendidos por un largo rato sin saber qué decir.
¿Qué hará Duhalde? ¿Intervendrá como le pidió Bergoglio o se quedará resignado esperando que no se cumpla la insólita profecía?
Sólo el tiempo dirá.

Cristina Kirchner
EL FACTOR BIPOLAR
Los especialistas debaten si puede gobernar con un trastorno psiquiátrico. Ciclotimia y ausencias prolongadas. Cómo se controla.


Kirchner siempre les pregunta a los colaboradores que nota desanimados: "¿Vos te deprimís? No hay que deprimirse. Yo trato de estar lo más lejos que puedo de la depresión y de la euforia...". A su mujer, Cristina Fernández, flamante candidata oficializada a la Presidencia, hace mucho que no se lo dice. Ella es distinta. Y él se acostumbró a sus pozos anímicos, sus raptos de alegría y sus momentos de irritación, como los de los días previos a la confirmación definitiva de su lanzamiento, cuando las dudas que generaba esa movida –y los funcionarios y asesores que se animaban a plantearlas– la hacían estallar de indignación a la senadora. Hoy no les dirige la palabra.
En noviembre pasado, NOTICIAS reveló que ese comportamiento habitual de Cristina tenía una explicación. Según fuentes muy cercanas a la Primera Dama, incluido uno de los psiquiatras que la ha tratado, ella sufriría de trastorno bipolar, antes llamado psicosis maníaco depresiva. Es una enfermedad que combina picos de euforia con otros de depresión, que afecta a entre tres y cuatro de cada cien personas y que se estabiliza con tratamiento psiquiátrico y una adecuada medicación: la droga más antigua es el litio, y a eso se suman dos sustancias químicas como el divalproato y la lamotrigina, a las que los especialistas llaman "estabilizadores del ánimo". Según el psiquiatra de Cristina, que pidió reserva de su nombre, el caso de la senadora sería leve y estaría bien controlado. El hombre es una eminencia en trastorno bipolar y atiende a unos seis pacientes por día en su consultorio porteño.

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