(19/May/2012) Hace cerca de una semana, Jorge Lanata tuvo la generosidad de juntar más de cien periodistas que decidimos firmar una iniciativa para que el gobierno celebrara conferencias de prensa. Todos los que participamos, de una enorme diversidad de medios, somos simplemente periodistas. Ni militantes, ni soldados, ni independientes, ni cualquier otro de los aditamentos que se usan en la actualidad para aclarar si estamos de un lado o del otro. Nada. Periodistas a secas, que es como debe ser.
Los periodistas buscamos hechos y muchas veces opinamos sobre ellos, pero no los inventamos, ni los negamos ni tampoco cobran validez o no por quién los haya producido. El instrumento esencial para descubrir esos hechos no es otro que preguntar. No hay ningún misterio, es tan simple pero a la vez tan complejo como esto. Mal que le pese al gobierno el gobierno sigue siendo el nexo entre el poder y el pueblo. No es ésta una particularidad de la Argentina ni de estos tiempos, es así desde siempre y en especial desde que la democracia como sistema de gobierno ha dejado de discutirse.
El kirchnerismo detesta al periodismo porque quiere que haya solo una voz, la del kirchnerismo obviamente. No quiere preguntas porque lo incomodan y quedaría desnudo frente a sus propias contradicciones en prácticamente todas las materias de gobierno. Cristina Fernández de Kirchner debería verse obligado a contestar cómo consiguió multiplicar su fortuna y la de su familia en coincidencia con la llegada al poder del clan que ahora comanda. Es de imaginar que la Presidenta se sintiera incómoda a la hora de explicar por qué el gobierno dice que la inflación no alcanza al diez por ciento al año, mientras el índice real es más del doble. Por supuesto, que es difícil imaginar que la señora Fernández de Kirchner tenga un argumento sólido frente a la crisis política a la que el vicepresidente Amado Boudou arrastró a su gobierno como producto del caso Ciccone. Por qué Hugo Moyano pasó de ser el principal aliado del gobierno a convertirse en su peor enemigo, es otro de los temas sobre los que Cristina seguro prefiere callar. YPF, el cepo al dólar, el agujero negro de fondos que se invierten mes a mes en Aerolíneas Argentinas o las razones de por qué los hermanos Cirigliano siguen al frente de la concesión de dos líneas de ferrocarril después de la masacre de Once. Tampoco sería cómodo poner a la Presidenta en el difícil trance de contestar por qué un gobierno que defiende los derechos humanos, afianza una alianza con una dictadura como la angoleña donde desde hace treinta años gobierna la misma persona y es uno de los países más corruptos del mundo. Son todos temas sobre los que la Presidenta no habla o si lo hace sólo admite su propio discurso, porque a su juicio ella hace historia casi a diario cuando se pone al frente de una especia de reality televisado en cadena a todo el país. Claro, es más cómodo. Nadie pregunta y todos los participantes siguen al pie de la letra las indicaciones de los ocultos guionistas gubernamentales: ríen en los chistes presidenciales y en las muestras de soberbia que generosamente Cristina Fernández de Kirchner distribuye acá y allá. Aplauden una y otra vez…aplauden siempre y ríen siempre. Es una coreografía pensada al milímetro en un escenario que no admite personajes que no se ajusten al guión prefijado de antemano. En este contexto los periodistas a secas molestan, son incómodos, no aceptan el libreto, quieren saber aquello que el gobierno quiere ocultar. Los periodistas desafinan en una orquesta en la que nadie se atreve a improvisar, pero con el correr de los años y el desgaste propio de los años de ejercer el poder y la soberbia la hacen sonar cada vez más descangallada.
El filósofo José Pablo Feinmann, una de las espadas intelectuales del kirchnerismo afirma que no se había dado cuenta sobre la ausencia de las conferencias de prensa. “Pero si llegara a concederlas tendría a toda la prensa en contra, sería un escándalo. Aquí ningún periodista opina lo que él opina, sino lo que sus empresas le dicen que opinen. Acá los periodistas son combatientes de los intereses de sus empresas. A mí me parece más importante el hecho de que después de un discurso salga y toque a la gente, antes que dar una conferencia de prensa a periodistas que están claramente comprados por sus empresas. Uno ya sabría lo que le va a preguntar cada periodista. Ellos no se han ganado una conferencia de prensa”, sostiene.
Feinmann cree que los periodistas nos tenemos que ganar una conferencia de prensa y que somos la primera línea de lobby de las empresas periodísticas. Feinmann, hay que decirlo, explica de manera muy fiel concepto militar que tiene el kirchnerismo del ejercicio del poder. Son todos soldados comprometidos en una guerra en la que van alternando los enemigos, porque ello le da dinámica a una gestión que a medida que pasan los meses demuestra que se gobierna al día, que lo que hoy puede ser un remedio mañana puede resultar todo lo contrario. Lo mismo ocurre con las personas, los grupos económicos y hasta la ideología que hipócritamente el kirchnerismo dice sustentar. Es coherente y lógico que Feinmann piense que los periodistas no nos ganamos una conferencia de prensa, pero es probable que los integrantes de 6,7,8 no tengan problemas e conseguirla. Orlando Barone, Sandra Russo y Víctor Hugo Morales es seguro que no harían un escándalo pero también es difícil pensar que fueran a hacer preguntas propias de un periodista a secas.
Feinmann cree que el gobierno castiga al periodismo y que eso es lo correcto porque, al igual que el kirchnerismo, cree erróneamente que los periodistas somos políticos. Sin embargo, lo que no entiende es que al final del día el castigo lo recibe el pueblo.
El gobierno, La Cámpora, la propia Presidenta, los intelectuales del Estado creen que no da conferencias de prensa es una demostración de fortaleza. Nada más lejos de ello, es una palmaria demostración de debilidad y de impotencia frente a una realidad que a pesar del 54 por ciento cada vez es más difícil de manejar y disimular.
El inefable senador Aníbal Fernández declaró que ninguno de los periodistas que fuimos al programa de Lanata no duramos un round con la Presidenta. No se trata de una pelea, sino de responder pero cuando no hay respuestas el mejor escape es el silencia aunque éste se llene de monólogos repetidos en cadena y la debilidad se disfrace de soberbia.
A lo largo de la semana se escuchó decir que en los noventa el periodismo reemplazó a los jueces y ahora ocupa el lugar de los partidos políticos de oposición. Ambas afirmaciones son incorrectas y ponen al periodismo en un lugar que no debe ni tiene que ocupar. Los periodistas no somos jueces ni tampoco políticos, es tarea de la sociedad reclamar justicia y acción a la oposición. Esas etiquetas aunque se pongan de buena fe son peligrosas y ponen de manifiesto a una sociedad cómoda que, como el gobierno, está muy lejos de la autocrítica.
La foto que ilustra esta nota es triste. Revela la decadencia de la Argentina y demuestra que falta mucho para ser un país verdaderamente democrático. Implica la demostración de la involución y reafirmar una cuestión que en el mundo civilizado dejó de discutirse hace mucho. Es una foto que evidencia una fractura pero que al mismo tiempo es una reafirmación de valores y profesionalismo. Pero por sobre todas las cosas es un foto que tiene un mensaje sencillo: Queremos Preguntar. Y es eso, justamente, lo que el gobierno más teme porque no tiene las respuestas y si contesta termina rompiendo el relato que construye a diario.
7 comentarios:
Estas cometiendo un error de interpretación grave. No se ha dicho q en los '90 los medios ejercían de jueces. Se dijo que en los '90 los periodistas se ARROGABAN la posición de fiscales de la Democracia; lo cual es muy distinto. Es propio del neoliberlismo, q imperó en los '90, intentar darle a los medios y a los periodistas esa posición fiscalizadora del poder político. Tal posición no está respaldada jurídicamente, por lo tanto es SÓLO una construcción ideológica del neoliberalismo a los fines de, desde los medios detentados mayoritariamente por la derecha y el capital financiero interncional, denostar al poder político y precarizar la Democracia. Función que aún pretenden arrogarse el rejunte de periodistas nada independientes que berrean "Queremos Preguntar". Por qué? Porque estos periodistas trabajan par medios fuertemente vinculados con el capital financiero internacional que anhela Democracias débiles, como la europea, donde la Democracia es sólo una máscara detrás de la cual gobierna el capital financiero internacional, el neoliberalismo. Quieren preguntar? Pregúntense respecto de su función de periodistas y su fuerte dependencia en relación a los poderes fácticos para los que trabajas y para los cuales los periodistas son funcionales parándose para ello en la posición de enemigos de la Democracia y de la República
a BlodjanMorrigan. Te contestas solo, no amerita debate tu comentario, banal, superficial e intencionado hacia desviar la verdadera naturaleza del debate: La gente quiere preguntar, no los periodistas. El pueblo argentino, al menos la porcion bienintencionada y trabajadora, quiere saber por que se enriquecen los politicos, por que creen que pueden hacer capitalismo de amigos con inpunidad, etc etc.
Pero BlodjanMorrigan, como me entero yo lo que el gobierno hace con nuestro dinero sin los periodistas a los que le responde nunca lo preguntan y a los periodistas que lo preguntan nunca les responden??
Yo sigo maravillado por la exhótica diligencia con el Juez Oyarbide cerró la causa sobre las Declaraciones Juradas de Nestor y Cristina.
A mi me gustaría preguntar sobre eso. Y te puedo asegurar que no pertenezco a ninguna empresa periodística. Son un ciudadano que trabaja en una textil, estudia matemática y escribe fantasía de tanto en tanto. ¿Por qué no podemos preguntar lo que hacen con nuestro dinero?
A mi me gustaría preguntar de quién es la empresa que fabrica los billetes. ¿Cómo puede ser que no lo sepamos? ¿No te suena raro?
Claro, si yo fuera un gobernante corrupto, trataría de montar una estrategia que me libre de las preguntas. Meter a la prensa independiente en la misma bolsa que a las empresas mediaticas opositoras es un buen plan. ¿Cómo se determina quines son los unos y quienes los otros? Imposible. Y el conjunto de los que pueden preguntar por mis tratipos sucios ha quedado fuera de juego.
Es un engaño, Blodjan.
La Verdad es un gran ideal, está junto a la Libertad y la Justicia. Debería regir todos nuestros actos, ser una luz al final del camino, un objetivo hacia el que dirigirse. La Verdad no se debe violar o silenciar porque estamos en una guerra con algunos medios. Es como vender a tu hijo para comprar un par de zapatillas.
Saludos.
Ariel, tanta adjetivación, tanto argumento ad hominem, demuestra que sos incapaz de elaborar una argumentación válida. Por qué será? Será tal vez que no comprendés ni la naturaleza de este debate ni tampoco lo expresado por cada uno de los que aquí hemos escrito? De tu falaz argumentación podríamos inferir que así es. Tranquilizate, cultivate, aprendé a pensar críticamente y cuando logres armar una respuesta que no esté basada en falacias ad hominem, volvé y aportá ideas fundadas en proposiciones válidas y no en frases hechas que denotan la estsis de tu magro razonamiento
Cristian acaso desconocés lo que hace el gobierno argentino? Estoy seguro que no. Lo que si estoy seguro es que desconocés a que intereses y a que poderes responden los medios, ya que los periodistas pseudoindependientes se encargan bien de ocultarlo. En ese caso no tienen ningún interés por preguntar, ya que de hacerlo la gente podría percatarse de la realidad que los medios operan según su interés, que son los intereses de los poderes fácticos y del capital financiero internacional. Vos verías con buenos ojos que los medios manejan la información engañándote para crear las condiciones propicias para que los poderes fácticos y el capital financiero se queden con tu bienestar y tu dinero, tal como sucedió en los '90? Disfrutaste cuando el capital financiero internacional, armado con políticas neoliberales y ayudado por la manipulación de sentido hecha por los medios, te confiscaron los ahorros y te mandaron al club del trueque? No te gustaría preguntar a los periodistas pseudoindependientes coreutas del "queremos preguntar" respecto de su complicidad en la crisis económica del 2001?
Cómo un sujeto con inquietudes, como vos, no demuestra interés por tales preguntas? Será que tu mente está muy manipulada por los medios que atacan la política para beneficiar al capital financiero internacional que te robó a vos y a todos los argentinos desde 1976 al 2001?
Si no notás las anteojeras intelectuales que te has calzado con la ayuda de los medios cómplices de la crisis del 2001, tu situación intelectual es grave. Meditalo
Por último, sabés Cristian, que el gobierno no está obligado por ninguna norma legal a dar conferencias de prensas en las que se conteste preguntas a los periodistas? Entonces en que se funda esta falsa idea que los periodistas cómplices de la crisis del 2001 quieren instalar respecto una supuesta obligación de los gobiernos democráticos a responder preguntas a unos falsos fiscales de la Democracia? En nada, carece de sustento.
La desesperación de estos periodistas que de independientes no tienen nada es el cumplir con el mandato y las necesidades del capital financiero internacional que necesita de Democracias débiles y manipulables que les permitan crear otra vez las condiciones para precarizar a la sociedad argentina.
La Verdad, así con mayúsculas, no existe Cristian, como tampoco existe la objetividad y mucho menos los periodistas independientes y la prensa libre. Toda institución humana es subjetiva y como tal responde a intereses.
Espero que no vendas a tus hijos por un par de zapatillas ilusorias.
Espero que no le moleste a Martín que su sitio de comentarios se transforme en un foro de debate.
Aclaro ante todo que siempre respeto la opinión de aquél con quien disiento.
Hola BlodjanMorrigan:
Te cito y te respondo.
“Cristian acaso desconocés lo que hace el gobierno argentino? Estoy seguro que no.”
Mi conocimiento acerca de los actos de gobierno es muy parcial. Cuando un acto de gobierno me genera dudas o desconfianza respecto a su honestidad, ¿a quien debo preguntar? ¿Quién lo debe preguntar?
“Lo que si estoy seguro es que desconocés a que intereses y a que poderes responden los medios, ya que los periodistas pseudoindependientes se encargan bien de ocultarlo.”
No desconozco que existen medios que responden a intereses espurios, donde trabajan algunos periodistas adictos o corruptos que naturalmente se encargan de ocultarlo. Afortunadamente, también existen periodistas realmente independientes.
La forma de diferenciarlos es observar con detalle lo que escriben para encontrar la manipulación entre líneas. Así puedes identificar a los que tienen una intencionalidad y los que simplemente describen los hechos. Y aún aquellos que tienen intencionalidad, puedo ver si la intención es buena o no lo es. Por ejemplo, yo ignoro si existe alguna intensión espuria en el reclamo de los periodistas que aparecieron en el programa de Lanata, pero no tengo la menor duda de que los periodistas, todos, deben poder preguntarle al poder acerca de sus actos de gobierno.
La misma lectura que hacemos de los periodistas, debemos hacer de los actos de gobierno. Por ejemplo, si al vicepresidente se lo acusa de haber firmado el levantamiento de quiebra de una empresa que luego resultó administrada por un sujeto qué paga las expensas de alguna de sus propiedades y que es, como mínimo, amigo del socio del vicepresidente, a mi me resultará sospechoso y querré preguntar. La respuesta que espero, debe explicar porqué ese sujeto paga las cuentas del vicepresidente. Si la respuesta que recibo, en cambio es: “es una operación de una corporación mediática que atiende intereses internacionales”, y se van sin admitir preguntas, entonces tendré más sospechas que antes, porque ni han contestado la pregunta ni me han dejado formularla.
“Vos verías con buenos ojos que los medios manejan la información engañándote para crear las condiciones propicias para que los poderes fácticos y el capital financiero se queden con tu bienestar y tu dinero, tal como sucedió en los '90? Disfrutaste cuando el capital financiero internacional, armado con políticas neoliberales y ayudado por la manipulación de sentido hecha por los medios, te confiscaron los ahorros y te mandaron al club del trueque? No te gustaría preguntar a los periodistas pseudoindependientes coreutas del "queremos preguntar" respecto de su complicidad en la crisis económica del 2001?
Tengo muy frescos mis recuerdos de aquella época. Entonces, yo tenía una conciencia bien clara de que ese era el gobierno más corrupto de la historia. Y una de las fuentes que ayudó sensiblemente a tomar nota de ello fue el programa “Dia D”, de Jorge Lanata, que no dejaba de investigar y exhibir casos muy sospechosos dentro del gobierno de Menem sobre los que el oficialismo de entonces no daba ninguna respuesta. También recuerdo un programa que le levantaron al periodista Marcelo Longobardi por mostrar la vergonzosa opulencia de la casa de Menem en Anillaco, con su pista de aterrizaje propia. Recuerdo que entonces, Nelson Castro se ofreció a pasar el documento por su programa de cable. Todos estos periodistas ayudaron a que yo tuviera una conciencia bien clara del tamaño de la corrupción que circulaba en aquellos tiempos. ¿Vos no te acordás?
Hoy, esos periodistas son todos enemigos del gobierno. Los periodistas que investigaban la corrupción del gobierno de Menem, hoy son todos enemigos. ¿No te parece raro?
Contra Lanata se ha montado una campaña explícita en virtud de la cual la gente le tira piedras.
(continua)
(sigue)
“Cómo un sujeto con inquietudes, como vos, no demuestra interés por tales preguntas? Será que tu mente está muy manipulada por los medios que atacan la política para beneficiar al capital financiero internacional que te robó a vos y a todos los argentinos desde 1976 al 2001?”
La verdad, Blodjan, las políticas concretas son todas discutibles y al fin de cuentas hay que hacer lo que elija la mayoría. Pero en este país, la principal causa del robo al pueblo es la corrupción local, y no se remonta al 76, sino al tiempo de los virreyes. Y en eso, los distintos gobiernos solo difieren en detalles.
“Si no notás las anteojeras intelectuales que te has calzado con la ayuda de los medios cómplices de la crisis del 2001, tu situación intelectual es grave. Meditalo”
Los medios de comunicación tienen gran poder de tergiversar la realidad y manipular a la opinión pública. Frente a esto, la política debe ser enseñar al ciudadano común cuáles son las falacias y las técnicas de manipulación. En ningún modo es correcto tergiversar para el otro lado. La política mediática del gobierno hace lo segundo y debería hacer lo primero. (podría poner ejemplos)
“Por último, sabés Cristian, que el gobierno no está obligado por ninguna norma legal a dar conferencias de prensas en las que se conteste preguntas a los periodistas? Entonces en que se funda esta falsa idea que los periodistas cómplices de la crisis del 2001 quieren instalar respecto una supuesta obligación de los gobiernos democráticos a responder preguntas a unos falsos fiscales de la Democracia? En nada, carece de sustento.”
Hay cosas tan obvias que hasta ahora no ha sido necesario legislarlas. En una democracia, si el pueblo elige a un gobierno para que administre el dinero público, el gobierno debe responder por sus actos frente al pueblo. Y cuantas más sospechas de actos corruptos existan, con más premura y solicitud debe responder. ¿Necesitas una ley que diga algo tan evidente?
“La desesperación de estos periodistas que de independientes no tienen nada es el cumplir con el mandato y las necesidades del capital financiero internacional que necesita de Democracias débiles y manipulables que les permitan crear otra vez las condiciones para precarizar a la sociedad argentina.”
El problema con esto es que la clase de sujetos que denominas “estos periodistas que de independientes no tienen nada” es ambigua. No existe un criterio absoluto para saber qué periodistas no tienen nada de independientes y cuales sí lo son. Entonces, es fácil meter y sacar de allí a quienes nos convenga y con esto armar un argumento que, en el fondo, libra a nuestros gobernantes de responder las preguntas molestas.
“La Verdad, así con mayúsculas, no existe Cristian, como tampoco existe la objetividad y mucho menos los periodistas independientes y la prensa libre.”
La Verdad es la descripción de los hechos, ajustada a los hechos. No existe la Verdad absoluta, pero debemos intentar acercarnos a ella tanto como se pueda. Para eso es necesario reconocerla como idea. Si no reconoces la Verdad como un ideal que perseguir, si no concibes en tu cabeza que hay allí algo hacia lo que debemos marchar, toda esta discusión carece de sentido. Es como hablar de los colores con un ciego.
Por cierto, mi nombre es Cristian J. Caravello ¿Cuál es el tuyo? ¿Blodjan Morrigan?.
Saludos
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