La escena volvió a repetirse. Débora Giorgi desgranaba un fárrago de cifras con el objetivo de explicar los resultados satisfactorios de la política agropecuaria que el gobierno dice tener. Del otro lado, los representantes de la mesa de enlace confesaban que habían estado en otra reunión. Las imágenes eran similares a aquellas del mes de marzo en otra ronda de dialogo entre campo y gobierno.
Los halcones del gobierno decidieron mantener abierto un conflicto que ya lleva demasiado tiempo irresuelto, aun cuando esa herida haya sido una de las principales razones que explican la derrota electoral. Una vez más, pareció que la mano del ex presidente Néstor Kirchner estuvo presente en la estrategia oficial. En ese contexto, el jefe de gabinete Aníbal Fernández y Amado Boudou, formal jefe de la cartera económica, parecían dos espectadores más de un espectáculo demasiado repetido.
Como era de suponer los representantes del campo anunciaron que el Congreso será el nuevo escenario para intentar conseguir una baja de las retenciones. Allí estará el principal foco de la política a partir de esta semana, porque también se empezarán a discutir las facultades delegadas y el decreto del tarifazo de gas. En los próximos días podrá palparse con claridad si el gobierno perdió la mayoría legislativa casi automática que gozaba desde el 2003. Es claro que en materia de retenciones el gobierno decidió transferir la responsabilidad al Poder Legislativo, aunque dejó a sus líderes parlamentarios como Agustín Rossi sin demasiadas armas para negociar con la oposición. Es fácil imaginar que el gobierno no dudará en acusar a la oposición, en el caso que se imponga, de atentar contra el modelo, que en términos kirchneristas es lo mismo que oponerse a la construcción de una Argentina grande.
Néstor Kirchner y sus halcones no están dispuestos a hacer ninguna concesión, y sólo habrá pequeños cambios inocuos que para nada tendrán que ver con cambios de fondo. El gobierno también está enviando un mensaje postelectoral, que dice que en nada variará el horizonte que se trazó el kirchnerismo sin importar lo que hayan dicho las urnas. El matrimonio presidencial está decidido a matar o morir con las botas puestas, por eso no hay que esperar demasiado desde el gobierno porque ya demostró que no está dispuesto a tomar decisiones que le muestra la realidad y el sentido común.
No fueron pocos los que se animaron a señalar que, luego de la derrota del 28 de junio, empezaba el verdadero gobierno de Cristina con Néstor replegándose. Se equivocaron en su análisis o alguien puede pensar que la Presidenta es una sufrida rehén de su marido. Es una socia a quien no la desvela cumplir el mismo rol que viene cumpliendo desde hace décadas, ser la ladera de su marido y dejar en sus manos todas las decisiones de relevancia. No hay conflicto en la pareja presidencial, puede haber discusiones y gritos como señalan no pocos testigos pero ambos comparten la misma visión.
En su discurso, Hugo Biocati se preguntó dónde fueron a parar los U$S 30.000 millones que en concepto de retenciones entraron al fisco desde el 2003. Una respuesta difícil pero probablemente, más de U$S 5 millones deben haberse destinado a la compra del avión y del barco que la justicia investiga si son propiedad de Ricardo Jaime.
2 comentarios:
Buenas tardes me llamo Gabriel Korbenfeld y vivo en Parque Patricios, pienso que antes de las elecciónes del 28 de junio ellos, los del Gobierno, estuvieron asustando a la gente que ellos eran los únicos iluminados y que se venía el caos si no lo votabamos pero la realidad es que eso no pasó, ellos son el caos.
Ellos hacen una política que parece que no está perjeñada, pero que si lo está y que es fundir al campo para apoderarse de sus campos y ser ellos lo que dicten las polítcas agropecuarias a gusto sin consultar a nadie, ni siquiera al Congreso ni a la oposición. Y sólo dar un golpe de efecto ante la opinión pública para no perder popularidad, por eso llamaron al DIALOGO POLÍTICO; piensan que con ello ganan votos electoralmente. Por ejemplo el "Plan canje de Heladeras, Cocinas y de bombitas de luz.
Pero ellos no cambian sus políticas porque quieren completar su modelo que es llevarse puesto a los del campo que ellos consideran su real adversario.
Sin otro particular lo saludo muy atentamente: GABRIEL KORBENFELD.
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