Una pregunta se repite hoy en todos los ámbitos y lo invade todo como el humo. ¿Quién gobierna la Argentina? Un desprevenido visitante extranjero, ajeno a la folclórica política local, respondería con toda seguridad que Cristina Fernández de Kirchner que fue quien ganó las elecciones en octubre pasado. Pero los argentinos somos bastantes más complicados como para estar incluidos en una respuesta tan sencilla, porque aquí nada es lo que parece ser.
Cada día se hace más perceptible que el poder de la Presidenta está acotado por su marido y los soldados que fielmente le responden. En el mejor de los casos hay un “doble comando” (Eduardo Duhalde dixit), aunque en las decisiones trascendentes la impronta del ex presidente se hace evidente. Néstor Kirchner hace y deshace como si todavía estuviera en funciones, como se dice en la jerga política sigue “tocando los botones”. Una situación que nadie imaginó en los días en que Cristina Kirchner se encaminaba a la Casa Rosada. En todo caso se hablaba de una suerte de colaboración entre los miembros de esa sociedad conyugal y política que son los Kirchner. Sin embargo, el poder real y las decisiones estratégicas y centrales parecen seguir en manos de Néstor Kirchner.
En los últimos días se ha comenzado ha hablar de un relanzamiento del gobierno de Cristina, que incluiría cambios en el gabinete y cuya fecha estaría fijada para el próximo 25 de mayo; en concordancia con los dos años que faltan para el Bicentenario. Muchos afirman que ese día será resucitado el pecto social, hoy ausente sin aviso y que fue uno de los ejes de campaña del oficialismo. Incluso, hay quienes sostienen que el propio Guillermo Moreno podría dejar el gobierno, como para darle más credibilidad al relanzamiento de una administración que a decir verdad nunca se lanzó. Pero su alejamiento no sería en soledad, con él se iría el desgajado Martín Lousteau, tal como lo adelantamos el 17 de abril en el artículo “Lousteau: "Un ministro que se Apaga”. El diario La Nación vaticina que su reemplazo podría ser Martín Redrado, actual presidente del Banco Central, a quien Néstor Kirchner habría sondeado hace unos diez días y le habría hecho “insinuaciones” sobre el cargo. Una vez más la mano de Kirchner dice presente. De confirmarse el ascenso de Redrado al Ministerio de Economía, lo primero que deberá comprender que el ministro de economía se llama Néstor Kirchner. La pregunta que hay que hacerse es qué más deberá aceptar Redrado o quien sea el reemplazante de Lousteau, que fue el error político que cometió el todavía ministro. Pensó que podía corregir las cosas desde adentro. ¿Estará dispuesto Martín Redrado a mentir acerca del índice de inflación? ¿Contará con el suficiente espacio político como para reestructurar el INDEC? ¿Se atreverá a contener el gasto público de cara a las elecciones legislativas del próximo año? Independientemente, si Redrado es el reemplazante de Lousteau o no, lo cierto es que quien pretenda ocupar ese lugar deberá poner su menú de condiciones antes de asumir. De otro modo, no tendrá importancia quién sea designado inclusive podría seguir el mismo Lousteau total hoy su presencia es irrelevante. Lo que parece difícil es que Néstor Kirchner vaya a delegar las riendas de la economía; con lo cual –en el mejor de los casos- la del próximo ministro será una tarea compartida.
El gobierno de Cristina Kirchner se apoya en la estructura y los funcionarios que acompañaron a Néstor Kirchner, inclusive, la forma de gobernar es la misma. ¿Podría hablarse de relanzamiento si Julio De Vido, Guillermo Moreno, Carlos Zanini y Ricardo Jaime entre otros siguieran en sus puestos? Seguro que no, pero es difícil hoy imaginar a estos funcionarios volviendo al llano o a la provincia de Santa Cruz. Es hora de que Cristina Fernández de Kirchner empiece a gobernar con su propia agenda y tome las riendas de su propio gobierno. Paradójicamente, es Néstor Kirchner quien está generando un problema de género convirtiendo a la Presidente es esposa de.
Al mismo tiempo que se habla de relanzamiento del gobierno, probablemente por la preocupación generada por la caída de la imagen de la Presidente, Néstor Kirchner se encamina a convertirse en el presidente del Justicialismo. Es curioso que haya aceptado dirigir le partido cuando mientras era presidente siempre rechazó esa posibilidad, porque no quería estar condicionado por las estructuras partidarias. ¿El justicialismo se convertirá en un punto de apoyo para la Presidente o será un factor de condicionamiento de sus decisiones?
La transversalidad anunciada en el 2003, cuya versión 2007 se llamó concertación va camino de fenecer. Los radicales K quedaron atrapados y la salida del gobernador catamarqueño Eduardo Brizuela del Moral parece la primera de varias que van a producirse. Ahora, quieren volver al radicalismo porque entendieron que para pertenecer la disciplina ciega es lo único que cuenta. Roberto Lavagna quedó pulverizado por el propio Néstor Kirchner, llegó a un acuerdo en febrero con aspiraciones de convertirse en el vicepresidente del justicialismo y terminó enviando una carta rechazando cualquier ofrecimiento, que en realidad nadie le hizo. Hoy, vuelve a criticar al gobierno pero sus apreciaciones parecen más hechas por despecho que por convicción.
Néstor Kirchner Presidente. Cristina Presidenta. ¿Pero quién gobierna en la Argentina?
3 comentarios:
Martín, podrán cambiar los
inistros, pero si este Sr. K no deja de poner sus manos en el gobierno de su esposa, la Sra. CK, veo muy poco probable que este país salga del pozo al que nos ha arrastrado el ex presidente en funciones.
Martin esto no tiene solucion, creo que no es casual que la esposa del presidente haya sido elegida para la postulacion del 2007, y creo que nunca se pudo pensar que ella era INDEPENDIENTE de el. Son socios y ella sigue actuando como parlamentaria ( por sus discursos tan seguidos y cansadores)y deja para su consorte el manejo del pais, como lo venia haciendo . En cuanto a los ministros da lo mismo sea quien sea es irrelevante, todos los que acepten tendran que ser genuflexos ante mr k . el final de esta historia creo que es muy dificil que sea feliz, LAMENTABLEMENTE.
Norma de Don torcuato
HOla Martin, hoy es mi segundo mensaje, soy Marcelo Cavalli, aquì no es quien gobierna, en realidad son los dos, simplemente, los està matando la soberbia, la inflaciòn no va a parar, no entiendo a donde quieren llegar,.Yo en lo personal no los puedo soportar, pero bueno es lo que nos toca, chau Martincito, seguì agregando comentarios asì uno se descarga un poco, un abrazo, Marcelo Alejandro Cavalli - dni -17-525-442
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