Martín Lousteau asumió como ministro de economía luego de salida del intrascendente Miguel Peirano, que reemplazó a la señora de la bolsa. Su ascenso a la cúpula de una de las carteras más importantes del gobierno fue muy bien recibida por los empresarios de Unión Industrial, y aunque hoy cueste creerlo, por los ruralistas también. Sin embargo, hoy Lousteau ha mutado de esperanza juvenil, exponente de la “nueva política” a un verdadero ministro sin cartera. Es evidente que ha sido derrotado por Guillerno Moreno y el grupo de halcones que siguen reportando diligentemente a Néstor Kirchner, a quien consideran como su único jefe. El ministro no se encarga de la política de precios ni de la contención de la inflación, está ausente de las negociaciones con el campo y su figura sólo parece reservada para cumplir con la asistencia a los foros económicos internacionales. Como se recordará, a poco de asumir Lousteau tuvo sus primeras fricciones con Moreno a causa de la manipulación de las estadísticas del INDEC. En aquel entonces, el ministro anunció que estaba en elaboración un método de medición de precios que le iba a dar más confiabilidad al índice de evolución de precios y se adaptaría mejor a los hábitos de consumo actuales de la población. Sin embargo, más allá de los anuncios jamás volvió a mencionarse el tema y el INDEC siguió siendo manejado por Moreno y sus “buenos muchachos”. Días atrás, Raúl Llaneza, uno de los delegados de ATE en ese organismo, declaró que sobre el nuevo sistema de medición nunca más se volvió a hablar sobre el tema. Como sucede con muchas cuestiones de este gobierno, los anuncios sólo quedaron en eso y hasta ahora no se cristalizaron en hechos concretos.
El 11 de marzo pasado Martin Lousteau anunció el sistema de retenciones móviles, que generó el profundo conflicto con el campo y motivó un paro de 21 días. Ese anuncio fue una contradicción muy grande en lo que venía pregonando el ministro, que tres años antes había escrito junto con Javier González Fraga un libro donde consignaban que las retenciones no debían superar el 8 por ciento. Bueno, después de todo, no es algo poco usual que un político deje sus convicciones en la puerta de su despacho al convertirse en funcionario. Pero luego de pagar un alto costo político por haber anunciado la medida, que muchos sospechan que no pertenece a su autoría y miran hacia las oficinas de Puerto Madero; Lousteau viene perdiendo terreno día a día. Hoy, parece no tener ninguna relevancia en las propuestas que el gobierno le hace al campo para zanjar el conflicto, ni siquiera se lo señala como mentor de ellas. Además, mientras la figura del ministro de economía se apaga, la de Guillermo sigue creciendo en una relación inversamente proporcional, a tal punto que es quien hoy maneja los temas económicos más sensibles con los resultados que todos conocemos.
No son pocos los que sugieren que Martin Lousteau deberá abandonar el ministerio cuando las aguas se clamen, incluso ya fue blanco de una operación de prensa en este sentido, que se rumorea surgió de los cuarteles de Julio De Vido. No hay que olvidar que Lousteau es un protegido del Jefe de Gabinete.
Tal vez, haya un interrogante que tenga que ver más con la psicología que con la política: ¿por qué alguien con el prestigio y las potencialidades que tenía se sigue inmolando? Es una respuesta difícil pero que probablemente pertenezca a la esfera privada de los hombres. Hoy, Martín Lousteau “no corta ni pincha” como se diría en algún bar y tarde o temprano es probable que sea alejado de su cargo. Seguramente, los mercados no se van a inmutar. ¿Moreno? Esa es otra historia, por ahora, con final abierto.
Foto: Edición i
1 comentarios:
Hola Martín¨
Todo lo que ocurre es muy triste,
hasta el gesto del ministro.
Pienso que le están quitando autoridad al no dejarlo actuar solo
Es como si no le tuvieran confianza
ni los mismos que lo eligieron.
¿No se te parece que "pegaría" más con los "chicos sushi"?
Bueno...me parece que yo tampoco le tengo fe.
Salutti a tutti
Ernestina
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