En las próximas horas el presidente Néstor Kirchner incursionará en Santa Cruz, que a pesar de ser su provincia, desde la huelga docente se mantiene esquiva al kirchnerismo.
Kirchner irá a la ciudad de Caleta Olivia para expresar su apoyo a la candidatura del actual gobernador Daniel Peralta, quien busca permanecer en el cargo luego que Alicia Kirchner decidiera declinar sus aspiraciones como consecuencia de los huevazos que recibió por parte de un grupo de docentes. No es una casualidad que Kirchner viaje a Caleta Olivia para apoyar a Peralta, ya que como sostienen no pocos conocedores de la política santacruceña, las elecciones se terminarán definiendo en esa ciudad; la segunda en importancia después de la capital provincial Río Gallegos, donde votan casi 29.000 personas.
El adversario de Peralta es Eduardo Costa, empresario de origen radical, que se impuso en las internas de su partido al vencer al senador nacional Freddy Martínez. Sus seguidores confían que el 28 de octubre podrá quebrar la hegemonía kirchnerista que gobierna la provincia desde hace dos décadas, aunque admiten que por el momento la diferencia de Costa sobre Peralta es de no más de 3 o 4 puntos. Por esta razón, en Santa Cruz ya se empiezan a escuchar sospechas sobre la posibilidad de un fraude, algo que presagia que la noche del 28 distará de ser tranquila en la provincia del presidente.
Las sospechan en la oposición se centran en los efectivos de Gendarmería, acantonados en Santa Cruz desde la prolongada huelga docente y en la figura del “Tusi” Peña, segundo de Eduardo Di Cola en el Correo Argentino y oriundo de la provincia. Hay que recordar que Di Cola recibió muchas acusaciones de parte de Luis Juez en el marco de sus denuncias de fraude en las elecciones de Córdoba.
Sin lugar a dudas, Santa Cruz se ha convertido en un dolor de cabeza para el Presidente. Los hechos de violencia a lo largo del año han sido continuos y la provincia parece inmanejable desde Buenos Aires. Una crisis que comenzó con la salida de la gobernación de Sergio Acevedo, que actualmente apoya la candidatura de Costa.
Si bien todavía es aventurado hacer un pronóstico del resultado de las elecciones, la oposición aparece con posibilidades de disputar el poder. Algo que era imposible en tiempo que Néstor Kirchner gobernaba la provincia.
Kirchner irá a la ciudad de Caleta Olivia para expresar su apoyo a la candidatura del actual gobernador Daniel Peralta, quien busca permanecer en el cargo luego que Alicia Kirchner decidiera declinar sus aspiraciones como consecuencia de los huevazos que recibió por parte de un grupo de docentes. No es una casualidad que Kirchner viaje a Caleta Olivia para apoyar a Peralta, ya que como sostienen no pocos conocedores de la política santacruceña, las elecciones se terminarán definiendo en esa ciudad; la segunda en importancia después de la capital provincial Río Gallegos, donde votan casi 29.000 personas.
El adversario de Peralta es Eduardo Costa, empresario de origen radical, que se impuso en las internas de su partido al vencer al senador nacional Freddy Martínez. Sus seguidores confían que el 28 de octubre podrá quebrar la hegemonía kirchnerista que gobierna la provincia desde hace dos décadas, aunque admiten que por el momento la diferencia de Costa sobre Peralta es de no más de 3 o 4 puntos. Por esta razón, en Santa Cruz ya se empiezan a escuchar sospechas sobre la posibilidad de un fraude, algo que presagia que la noche del 28 distará de ser tranquila en la provincia del presidente.
Las sospechan en la oposición se centran en los efectivos de Gendarmería, acantonados en Santa Cruz desde la prolongada huelga docente y en la figura del “Tusi” Peña, segundo de Eduardo Di Cola en el Correo Argentino y oriundo de la provincia. Hay que recordar que Di Cola recibió muchas acusaciones de parte de Luis Juez en el marco de sus denuncias de fraude en las elecciones de Córdoba.
Sin lugar a dudas, Santa Cruz se ha convertido en un dolor de cabeza para el Presidente. Los hechos de violencia a lo largo del año han sido continuos y la provincia parece inmanejable desde Buenos Aires. Una crisis que comenzó con la salida de la gobernación de Sergio Acevedo, que actualmente apoya la candidatura de Costa.
Si bien todavía es aventurado hacer un pronóstico del resultado de las elecciones, la oposición aparece con posibilidades de disputar el poder. Algo que era imposible en tiempo que Néstor Kirchner gobernaba la provincia.
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