“He pensado mucho qué hacer y en la responsabilidad de aquellos a quienes represento y depositaron en mi su confianza. De las tres posibilidades que tenemos los senadores, me pareció prudente [la abstención] (…) No podía rechazar el proyecto porque me opuse enfáticamente como periodista en los ‘90 al disparate que era haber privatizado YPF, pero tampoco podía validar un proyecto que se hizo a las apuradas (…) El artículo 15 del proyecto dice que no admite el control de la empresa (…) Además nos quedaron muchas dudas de por qué no se expropiaron las acciones del grupo argentino, que ahora sabemos que no es argentino sino australiano (…) o por qué no se considera que la Nación somos todas las provincias. Son todos temas que hubieran merecido darle tiempo de debate (…) Una cosa es la unanimidad y otra el consenso, cuando usted abre la propuesta a otros grupos políticos (…) Aquí la única modificación la hizo el mismo oficialismo sobre el final, porque no había incluido la palabra exploración, ni tampoco a la empresa Repsol Gas. Y no son olvidos menores (…) El senador Giustiniani reveló además al final del debate que este artículo que objetamos, en el que no se admite el control de la AGN y de la SIGEN, es exactamente la cláusula que tuvo la ley de privatización (…) Es un Estado empresarial que no admite control”
“Probablemente en los números el proyecto tenga el mismo tratamiento en Diputados. Mi bloque va a votar en contra con sólo dos excepciones, de dos diputados. Nosotros presentaremos un proyecto alternativo (…) El PRO y la Coalición Cívica también van a votar en contra, y algunos diputados del radicalismo, en disenso con su bloque, se van a retirar en el momento de la votación (…) Todo esto ocurre después de 9 años de haber derrochado la riqueza petrolífera y gasífera del país. Esta es la década infame de los combustibles en Argentina. Desde la década del ’40, todos los años fuimos produciendo cada vez más gas y petróleo. Desde la llegada de los Kirchner la producción no dejó de caer” Sobre el encuentro con Hugo Moyano: Hemos ido con nuestro bloque a almorzar con Moyano. Estamos de acuerdo con él en varias de sus preocupaciones (…) Ayer agregó que su sector, el del transporte, que es un termómetro de la actividad económica, muestra que se está frenando la economía y está bajando el nivel de empleo (…) Pero no hemos ido a defender a Moyano, si mañana el Secretario General de la CGT es otro también nos reuniremos con él”
“Este es un debate. Nadie dice que sí o sí se deba reformar. Creo que los desafíos del siglo XXI y la crisis global lo requieren (…) No se puede tomar una Constitución cuyo modelo político-económico pertenece al siglo XIX (…) Brasil reformó la Constitución varias veces, y México supera las 300 reformas (…) Para ello sería necesario declarar la necesidad de la reforma con una votación muy calificada, de los 2/3 de los representantes en las Cámaras (…) y llevar adelante la reforma sólo con una Asamblea Constituyente convocada a tal efecto. Eso significa que no sirven los pactos como el Pacto de Olivos, donde dos caudillos políticos se ponen de acuerdo (…) La reforma del ’94 estuvo encorsetada por la ley declarativa de la necesidad de la reforma (…) Las pauta sobre cómo se satisface el acceso a los derechos humanos tiene que estar en la Constitución (…) La instancia judicial tiene que ser la última instancia a la que acude el ciudadano, en caso de que el derecho no haya sido satisfecho (…) La posible re-reelección de Cristina Kirchner: “No me parece que ni remotamente sea el punto más importante de la reforma, pero no rehuiría ni cerraría el debate.”
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