En una campaña que se destaca por la ausencia de la discusión de propuestas, el centro de debate ha sido ocupado por la discusión judicial en torno de las candidaturas testimoniales y los episodios de violencia producidos en torno al diputado Agustín Rossi y el gobernador Daniel Scioli.
Los hechos de violencia que fueron víctima el diputado Agustín Rossi en Venado Tuerto y el gobernador Scioli en Lobería, son inaceptables y no debe haber ningún pero ni ninguna justificación. Es evidente que por parte de algunos productores el objetivo es hacerle la vida imposible a determinados dirigentes del oficialismo que fueron centrales en la disputa que el campo mantiene con el gobierno. Claramente éste es el caso de Agustín Rossi, que fue uno de los defensores más fervientes de la Resolución 125. El diputado es oriundo de Santa Fe y allí es acusado de traidor y ya ha recibido varias agresiones, la anterior fue en la ciudad de Reconquista. Rossi condena duramente a la Mesa de Enlace y al presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, por no haber condenado con contundencia estos actos de violencia. Tiene razón. La Mesa de Enlace debió ser contundente y condenar los escraches de manera institucional, en cambio da la impresión que comprende este tipo de manifestaciones debido a la complicada situación por la atraviesa el sector. Lo que no se dan cuenta es que terminan haciendo lo mismo que Néstor Kirchner, dejan que les gane la sed de venganza. La violencia es un mala hierba que debe ser arrancada de raíz cuando aún es débil, porque rápidamente crece y luego es muy difícil de arrancar y siempre termina en más violencia.
Declaraciones de Agustín Rossi en Sunday Blue
Los reclamos de los productores agropecuarios son justos y es cierto que el gobierno no ha cumplido con los compromisos que contrajo con el campo. En tres ocasiones se anunció el pago de $ 1 por litro de leche a los tamberos, sin embargo hoy reciben sólo 70 centavos. Algo similar ocurre con el precio lleno del trigo, que de acuerdo a Biolcati los agricultores perciben alrededor del 50 por ciento de lo que deberían. No cabe duda que la política agropecuaria del kirchnerismo es destructiva y es un probable que el Argentina termine importante carne y hasta trigo. Todo esto es cierto pero esa realidad no se puede cambiar a los golpes. El mejor castigo para los dirigentes políticos es no votarlos, por caso Rossi está recibiendo este castigo en su provincia donde su intención de voto no alcanza el 10%. Es claro que este resultado no es ajeno a la postura del diputado en el conflicto que mantiene el kirchnerismo con el campo.
El Ministro del Interior, Florencio Randazzo declaró: "De Narváez y las patronales rurales no se pueden hacer los distraídos porque son ellos los que promueven los escraches y los actos de violencia contra los candidatos oficialistas". La manifestación del ministro, si no tiene pruebas es por lo menos temeraria y si las tiene ya las debería haber presentado a la justicia. No se puede hacer política con cualquier cosa, porque en su carácter de funcionario tiene la obligación de la hacer la denuncia y de exhibir las pruebas que respalden sus hechos. El diputado Rossi explicó en Sunday Blue sobre las personas que lo agredieron que “son claramente productores rurales que participan en la Federación Agraria y en CRA, no los tengo como militantes políticos. En Reconquista me dijeron que podían haber participado candidatos locales del Acuerdo Cívico y Social”. Por su parte, el intendente de Lobería Hugo Rodríguez, ciudad donde fue escrachado Scioli y a donde piensa volver el miércoles, dijo en Contrapunto que en ese episodio hubo dos personas que vinculadas con el PRO local. Ahora, las palabras de Randazzo pretenden involucrar al partido de Macri en una especie de conspiración contra los candidatos del oficialismo y eso no para nada está comprobado. No cabe duda que las expresiones del ministro del interior son por lo menos irresponsables.
Las candidaturas “eventuales” de Kirchner y Scioli son una burla para el sistema democrático, y es la demostración cabal de la concepción del vale todo. La pregunta más difícil de contestar para Daniel Scioli es si va a asumir su banca, que se descuenta ganará. No queda dudas que el nivel de discusión a bajado a niveles preocupantes. Néstor lo hizo. Pero la oposición tampoco se queda demasiado atrás. No puede desmarcarse del gobierno e imponer su propia agenda y la alianza del PRO Peronismo no está dando señales cohesión precisamente. Felipe Solá parece una viuda, Francisco de Narvaéz –que se ha convertido en el blanco preferido de la campaña sucia del gobierno-, trata de minimizar el conflicto puertas para afuera pero las señales de disconformidad de Solá hacen que sus argumentos se parezcan más a frases de circunstancia. Aunque los principales de ese conglomerado declaren una y otra vez que esa alianza es sólida y no un mero acuerdo electoral, hoy es muy difícil coincidir porque hay demasiadas señales en sentido contrario.
El diputado Francisco de Narvaéz ha cometido un error que deberá explicar, si es que quiere ocupar un lugar entre los dirigentes respetuosos de la ley y la transparencia. Cuando un colega le preguntó cuánto dinero llevaba invertido en la campaña, se negó a responder y sólo se limitó a decir que el dinero era todo de él. En el mundo empresario es normal que se reserven las cifras de inversión y de rentabilidad, en la política también ocurre porque en muchos casos los fondos que se utilizan para las campañas electorales tienen un origen espurio. Por cierto, en el caso de De Narvaéz esto no sucede porque el origen de su fortuna es por demás conocido y además –a diferencia de otros- no la amasó como contratista del Estado. Pero si De Narvaéz pide transparencia, él también debería serlo porque en la política las reglas no son las mismas que rigen en el mundo empresario, la transparencia no sólo corresponde al gobierno sino también a la oposición.
Es una campaña pobre de contenidos, donde todos quieren ser una parte fundacional de la Argentina, porque el país está en fundación permanente, pero ninguno de los candidatos despierta sueños y esperanzas. No basta con copiar tres o cuatro cosas que hizo que Barack Obama se convierta en Presidente de los Estados Unidos, que los candidatos locales tratan de emular aquí. Obama no sólo fue un candidato 2.0, fue un postulante que a lo largo de su campaña siempre mostró el rumbo que quería tomar y tuvo claro los andariveles que pretendía que transitara el país si ganaba las elecciones. Tenía un proyecto estratégico, a largo plazo; en cambio los candidatos argentinos se agotan en la chicana de comité y el voluntarismo.
Declaraciones de Hugo Biolcati en Sunday Blue
1 comentarios:
La violencia de las palabras son de una elocuencia sin par.
Les asusta, o intentan sacar partido de las reacciones, de la gente que alguna vez les creyó y les votó.
Hoy se miran en un espejo que no les agrada.
Pero es la realidad de lo que gestaron.
Son violentos en cada tribuna que acometan....
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