24 de noviembre de 2008

A CLETO ME LO PUSIERON

El vicepresidente Julio César Cleto Cobos volvió a estar en boca de todos desde que el Presidente real, Néstor Kirchner, reveló el viernes pasado que todos los días su mujer, la Presidenta formal, le recrimina: ¡Qué vicepresidente me pusiste! La confesión confirma dos cuestiones muy meneadas desde hace meses. La primera es que la Presidenta sólo ostenta el cargo formal y la segunda es que el principal factor de desestabilización del gobierno no es otro más que Néstor.

Las palabras de Kirchner fueron dichas casi en un tono intimista flanqueado por su principal aliado, Hugo Moyano y su repercusión no se hizo esperar. Es la primera vez que Kirchner hizo una alusión directa al vice, considerado un traidor desde la noche del voto “no positivo” que le dio una victoria al campo para voltear la Resolución 125.

El cobismo respondió al secreto de alcoba presidencial del Señor K, pidiendo que se lleve adelante un plebiscito para que sea la gente la que decida si Cleto sigue o se va. Y, en este contexto, el gobierno se vio obligado a desmentir la renuncia del vice, o un supuesto en ese sentido que haría la Presidenta. Cobos sigue cosechando, no sólo hace oposición desde el gobierno, sino que también sus principales rivales se han convertido en sus voceros. Todo es ganancia para Cleto sin arriesgar demasiado. La Concertación Plural se convirtió en un boomerang letal para el gobierno, que eligió a Cobos para dar la idea de una apertura de pensamiento, diálogo y consenso por los que el kirchnerismo nunca tuvo una vocación sincera. Cobos estaba condenado a ser el vicepresidente más oscuro de la historia, y por el momento, sus quince minutos de fama parecen no terminar.

El llamado a un plebiscito es, desde lo jurídico, una idea absurda pero como chicana política parece ser brillante. En la Argentina, no hay ningún mecanismo constitucional para revocar el mandato de un cargo electivo. La salida de Cobos de la vicepresidencia sólo puede darse por su renuncia o a través del juicio político. No son pocos por estas horas los que dicen afirmar que ésa es la posibilidad en estudio en este momento en el cuartel general del kirchnerismo, pero sería difícil para el kirchnerismo conseguir los votos. Aún cuando la consulta no fuera vinculante, una derrota del gobierno implicaría dejar la administración de CFK prácticamente herida de muerte. Es inimaginable de la manera en que podría reaccionar el matrimonio presidencial frente a una eventual victoria de Cleto. Acerca de la figura del Vice, hoy disputada por cualquiera que se precie de revistar en las filas de oposición, no hay que olvidar –que más allá de esta disputa, más propia de un culebrón latino que de la alta política-, Cleto hasta hace diez minutos comulgaba con el kirchnerismo en casi un cien por ciento. No es un héroe nacional ni tampoco el dirigente llamado a cambiar la manera –viciada hasta el hartazgo- de hacer política. En todo caso la disputa por Cobos marca la baja calidad de la oposición de la Argentina, la falta de un proyecto unificador y la torpeza de Néstor Kirchner a la hora de “elegirle” un compañero de fórmula a su mujer.

Cobos sigue cosechando y sabe que hoy, su suerte como opositor, está atada a permanecer en la vicepresidencia aunque el kirchnerismo siga “cortándole los víveres”. Porque hoy el atractivo de Cleto no es su calidad de dirigente, sino que haya mutado en opositor luego de haber sido el compañero de fórmula de Cristina. El lo sabe y por eso cada vez que a Cristina no le queda más remedio que convertirlo en Presidente con motivo de sus viajes, él no para de hacer esas travesuras para irritar al matrimonio gobernante y que el mismo tiempo lo mantienen en el centro de atención. En el futuro, es probable que Cobos renuncie pero ese movimiento será muy meditado y deberá asegurarle que puede caminar sin la ayuda de la muleta de la vicepresidencia. Mientras tanto, Cleto seguirá haciendo travesuras y los Kirchner continuarán recriminándose haberlo creado.

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1 comentarios:

Cuando la oposición se despierte, seguramente el Ing. Cobos dejará de ser un vicepresidente opositor.
Podríamos preguntarnos si la actitud asumida por el Sr. Cobos no es una forma de mostar a los partidos opositores, cómo deben de actuar para que finalice el reinado K

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