En menos de un mes los argentinos elegiremos Presidente, luego de una campaña, que desde la recuperación de la democracia, se muestra pobre en el intercambio de ideas y no ha despertado mayormente interés en el pueblo.
De acuerdo con las dudosas encuestas, Cristina Kirchner aparece con las mayores chances de convertirse en president(A). Sin embargo, la senadora prácticamente no habla y el silencio se ha transformado en su principal pilar de campaña. Es más, el proselitismo del kirchnerismo transcurre en tierras alejadas; al parecer ya ni nos meremos las típicas promesas electorales –la mayoría de las cuales nunca se cumplen-, tan bajo hemos caído como sociedad que ni siquiera hace falta que nos mientan. En este argumento se esconde la razón de por qué la señora Cristina –que no es Hillary- no responde al periodismo y toda vez que pueden sus dedicados colaboradores discriminan a los colegas que viajan al exterior para cubrir sus viajes. En realidad cuando la candidata le cierra la puerta a los periodistas argentinos, está privando de respuestas a los argentinos que por lejos son más importantes que los periodistas. A lo largo de este año, el kirchnerismo ha logrado instalar la idea que las elecciones son apenas un trámite administrativo, ineludible –por el momento porque nunca se sabe qué puede pasar en la Argentina- para transferir el poder entre los cónyuges. Ya está; acá no hay que discutir ni que debatir. Por eso, me pareció pintoresco el intento de la CNN de organizar un debate televisivo con los candidatos presidenciales. Al parecer los colegas norteamericanos no están enterados que en la Argentina
impera una regla no escrita que sentencia: “El que gana no debate”. Ahora, la cadena estaría aprontando los detalles para organizar el debate con los vices; un premio consuelo para los votantes argentinos.
Esta idea del mero trámite electoral atenta contra el sistema democrático, en un país con poca experiencia en su ejercicio; y en este marco parece difícil que la senadora Kirchner vaya a ser la piedra basal en la jerarquización de las instituciones.
Cristina es un misterio. No habla del INDEC, de la seguridad, de los casos que corrupción que han involucrado no pocos funcionarios del gobierno, de la inflación, de la crisis energética, del Mercosur, del conflicto con el Uruguay, de los subsidios; y la lista podría continuar pero ya todos la sabemos. Entonces, cabe preguntarse: ¿Por qué la mayoría del pueblo la va a votar si no tiene idea de lo que piensa? ¿En qué nos hemos convertido los argentinos? ¿Es suficiente con asimilar su probable presidencia con la de su marido? Son preguntas que debería responder un sociólogo pero que hablan mal de nosotros como sociedad.
Por su parte, la oposición está haciendo un papel patético. Ninguno de los candidatos es capaz de instalar un tema en la agenda política. Su principal objetivo no es ganar, es salir segundos especulando con entrar en una segunda vuelta donde tienen la esperanza de alzarse con el premio mayor en el repechaje. No parece un buen planteo para alguien que aspire al título de estadista. Es cierto que los candidatos de la oposición hablan, pero también es justo decir que dicen poco. Sin embargo, la oposición es coherente en su forma de actuar, ya que durante todo el gobierno de Néstor Kirchner no han sabido encontrarle el ritmo a la política argentina. Sería aventurado pensar con que podrían hacer ahora lo que no supieron llevar adelante en cuatro años.
En medio de este panorama, la sospecha de fraude a raíz de las elecciones en Córdoba cruzan todo el espectro político. No sería raro que la noche del 28 se hable de fraude y haya alguna denuncia. Debido a la gran cantidad de listas colectoras, especialmente en la estratégica Provincia de Buenos Aires, es muy probable que el escrutinio sea más lento que en otras elecciones. Así, el escenario parece preparado para que las sospechas de fraude lo tiñan todo. Es claro que todo el sistema se ha deteriorado, pero no toda la responsabilidad le pertenece al gobierno y a la oposición; también debemos hacernos cargo como sociedad de por qué votamos lo que votamos. Hoy nadie votó a Menem que ganó dos veces ni tampoco a Fernando de la Rúa , otrora adalid del progresismo. Las sociedades deben hacerse cargo de sus elecciones y de sus decisiones para poder crecer y madurar. Sin embargo, los argentinos parecemos inimputables donde la responsabilidad siempre es de los otros. Total: Yo argentino.
2 comentarios:
MARTIN: NO SE DONDE DEJARTE ESTE PEDACITO DE LA MEJOR NOTA DE LA NACION DE HOY. ASI COMIENZA Y ESTA ESCONDIDA EN LAS PAGINAS INTERIORES, PERO DESNUDA EL ALMA DE ESTA SEÑORA A LA QUE PRESENTAN COMO LA ESPERANZA: "Cristina Kirchner le tiraba besos y más besos a una nena que la miraba entre la llovizna, en Suárez y Almirante Brown, en el barrio de La Boca. El semáforo estaba en rojo y la candidata sonreía. Un chico de repente atravesó la oscuridad que lo separaba del banco abandonado de la esquina: -¡Cristina, Cristina! ¿No me da una moneda? ¡Dele! -gritó el muchacho, un cartonero de 23 años que la había reconocido en medio de la espera. -No, nene, dejate de embromar -contestó la primera dama, aún sonriente". SIN PALABRAS... ESPERO QUE LA COMENTES.
Enriqueta - Villa Devoto
La táctica de no hablar con el periodismo local y manejarse con los extranjeros , busca el objetivo de FILTRAR la información , tal y como sucede con las encuestas -siempre favorables- a un mes de los comicios.
Asi se evitan los análisis "argentinistas" directos , y la data le llega a los argentinos , pasada por el filtro de la CNN, o de la agencia internacional que sea , las cuales -ante el desconocimiento de los pormenores políticos internos- genera titulares "light" , casi tendenciosos -a veces justificadamente tendenciosos- que
obstaculizan la visualización correcta de la realidad.
Acaso no es El Eje de Campaña , ilusionismo puro ? . Cómo se explica , si no , que en los "discursos" , la Primera Dama solo hable de cosas virtuales , idealismos casi platónicos y de quimeras , en lugar de los temas "calientes" que afectan REALMENTE (de Realidad , no de Realeza) a los argentinos y a todos los hombres de bien que habiten éste suelo.
Bueno... De quimeras , han hablado todos los candidatos , toda su vida , siempre.
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